La aspirante demócrata, Hillary Clinton, tuvo problemas de salud hace unos días, específicamente una neomonía, pero ya está recuperada; sin embargo, hay otros aspectos de su salud que pueden representar un riesgo a futuro.
Todos miran su problemas con la trombosis venosa profunda que le ha aquejado en al menos tres ocasiones a la ex secretaria de Estado sí podría ser una condición más delicada, debido a sus antecedentes.
Su doctora, Lisa Bardack, en el último certificado médico en julio de 2015 puso: «Su pasada historia médica es notoria por una trombosis venosa profunda en 1998 y en 2009, una fractura de codo en 2009 y una contusión en 2012».
Y algo no muy alentador es que su padre a los 80 de un derrame cerebral y su mamá con 90 falleció por insuficiencia cardíaca. Hillary cumplirá sus 70 el próximo octubre y si sale presidente le esperan al menos unos 4 años de estrés.