Llegó a México hace tres días la activista cubana Anamely Ramos, quien comenzará a estudiar un Doctorado en la Universidad Iberoamericana en el país azteca, dio a conocer ayer la miembro del Movimiento San Isidro a través de una directa en redes sociales.
Ramos explicó a quienes la siguen a ella y al grupo opositor, que su salida del país no se debe a la visibilidad que ella y el MSI alcanzaron durante los meses de noviembre y diciembre, ella detalló que este es un proyecto para el cual ella aplicó desde inicios del año pasado, porque siempre quiso hacer estudios doctorales y recurrió a una beca en México también debido a la situación que vivió en la Isla, cuando fue expulsada del Instituto Superior de Arte (ISA) en el verano de 2020, Anamely trabajó como profesora en la universidad de las artes durante años.
No obstante, Ramos aclaró que no piensa dejar de trabajar por Cuba, porque tiene una responsabilidad con su país.
«No me botan de Cuba. Yo no tengo ningún miedo a ellos», precisó, al tiempo que también sentenció no puede renunciar a lo que vivió con el MSI, y va a seguir en pie de lucha.
«Después de todo lo que sucedió siento que tengo una responsabilidad con el país. No voy a dejar de trabajar por Cuba», sostuvo.
«Cubanos tenemos que aprender a no dejarnos chantajear con la cuestión de que estás saliendo del país. Salir del país tampoco es delito, salir del país no es vergüenza, salir del país no quiere decir que no puedas hacer», expresó Anamely en respuesta a la estrategia del régimen que tiende a desprestigiar a las personas que emigran.
Sin embargo, la activista dijo que ella piensa volver a la Isla, y aseguró que su salida no es definitiva, ya que no podía renunciar a su beca de estudios, un proyecto que ella misma se proporcionó gracias a sus propios esfuerzos y a su trayectoria profesional.
«Yo no me voy definitivo yo no estoy rompiendo con nada yo voy a estar muy activa y articulando cosas», subrayó.