El actor cubano Alejandro Cuervo reveló cómo logra equilibrar su vida personal, con su muy agitada agenda laboral, ya que además de dedicarse a la actuación, el pinareño es un emprendedor nato, a quien aplica muy bien el dicho de que «convierte en oro todo lo que toca».
En entrevista para el canal de YouTube de su colega Massiel Dueñas, el artista de 37 años confesó lo que ha sido la clave de su éxito, la persistencia, el esfuerzo y saber aprovechar las oportunidades que se le presentan en la vida.
Sobre sus inicios como actor, Cuervo explicó que incursionó en la actuación por casualidad. Viviendo en su natal San Luis, Pinar del Río, siendo adolescente comenzó a recibir clases de teatro en la Casa de la Cultura local, y se dio cuenta el arte iba a ser lo suyo. Pudo estudiar en la Escuela Nacional de Arte (ENA) en La Habana, donde recibió las clases que necesitaba para convertirse en artista profesional.
Encarnar personajes diferentes, y hacer cosas distintas, e improvisar se convirtió entonces en una de las grandes pasiones del actor, que detalla no le gusta la monotonía.
«No me gusta estar en un mismo lugar, con la misma gente, con los mismos horarios. Me gusta cambiar, y vivi. Hoy por ejemplo vengo a la entrevista, de aquí tengo una reunión, luego a mi negocio, me encantan los días esos super complicados, la presión del corre para aquí o para allá», detalló sobre su personalidad, y lo que realmente lo motiva en la vida.
El actor cubano Alejandro Cuervo que se convirtió en padre primerizo en 2022, tiene claro que su familia es lo primero, además de actor se considera emprendedor, y de ahí su popularidad en las redes.
«Siempre trato de no perder mi esencia, que es lo que me ha brindado el éxito. Sigo siendo el mismo, a pesar de ser conocido no me he cohibido, porque de eso se trata. La esencia del ser humano es la misma», admitió con la gran naturalidad que le caracteriza.
Casa propia y su negocio propio con dos sucursales en la capital cubana, son algunos de los grandes logros para un guajirito que llegó a La Habana muy joven, y con muchas ganas de echar para adelante.
«Mi prioridad en la vida es mi familia y yo, después la actuación que me encanta. Siempre me ha gustado vivir en mi país, con mi gente. Cuando era más joven miraba a actores buenísimos, que admiraba, pero la parte económica…sabemos que en nuestro país cobramos muy poco», reconoció.
Esto hizo que Alejandro pensara, y se preguntara cómo podría adquirir su casa, y tener una vida digna en La Habana, partiendo de que ni siquiera era natural de la capital.
«Entonces dije voy a intentarlo, voy a tratar unos años. Si veo que se me hace difícil como a la mayoría de los jovenes aquí, me voy del país, aunque sacrifique estar cerca de mi familia. Pero yo tengo aspiraciones como persona, y me gustan las cosas buenas, y me gustaría darle a mi hijo lo que tuve y lo que no tuve también», detalló.
Alejandro contó entonces se le dio la oportunidad de ser presentador nocturno, un trabajo que lo ayudó a avanzar económicamente, reunió un poco de dinero y le propuso a una amiga que le concediera parte de su terreno, y a cambio él construyó su casa y la de ella.
Alejandro Cuervo el emprendedor
Fue entonces que salió su vena de negociante, y empezó a invertir el dinero que gastaba antes en el alquiler en la capital, en la construcción de su propia vivienda.
Mientras, su negocio como presentador de bodas y otros eventos iba creciendo, y más tarde llegarían otras ideas que lo han hecho hoy poder vivir cómodamente en un país donde realmente avanzar es bastante difícil para el cubano de a pie.
Las redes sociales fueron sin duda un motor impulsor para los negocios de Cuervo, quien en la actualidad cuenta con dos charcuterías en La Habana.
El actor también aprovechó para hablar de su vida personal, su relación de diez años con su esposa Arletis Rodríguez, odontóloga y madre del pequeño Bastian, y lo que ha sido hasta ahora la fórmula para entenderse, a pesar de las diferencias de personalidad que puedan existir entre ambos.
Según Alejandro, se dan el espacio necesario crucial para toda relación, ella lo acompaña y lo alienta en sus metas, y ha entendido a lo largo de todos estos años sus prioridades.
Aunque no tienen la relación perfecta, porque la misma no existe, se complementan y se quieren que es lo más importante a la hora de formar una familia.
