Recientemente, el reconocido actor cubano Erdwin Fernández, radicado en los Estados Unidos, quien se ha convertido en un enérgico opositor del régimen cubano, anunció que no continuaría tomando partido en los asuntos relacionados con la crítica situación económica, política y social que atraviesa la isla.
El artista dio a conocer su decisión a través de una publicación en Facebook y el detonante de la misma fue el fallecimiento de su suegro, también de origen cubano, quien tenía 90 años.
En el inicio de dicha publicación se refirió a este triste acontecimiento, resaltando la ingente labor desarrollada por los profesionales de la salud que atendieron al señor, la cual lo conmovió hasta las lágrimas. Al respecto expresó: «Acaba de fallecer el padre de mi esposa, mi suegro quien iba a cumplir 91 años, murió en el exilio, lejos de su tierra, nunca he visto a tantos jóvenes del Rescue luchar tan duro por tratar de revivir a un ser humano, a un anciano, tanto que no pude contener el llanto, mis respetos. He visto morir a mucha gente a mi alrededor, mis padres, mis abuelos, es algo duro, desgarrador, imborrable.
Al parecer el actor realizó una profunda reflexión sobre sus prioridades como ser humano y reconoció que su interés por el complejo escenario que viven los cubanos y su preocupación por el futuro de su país, había provocado que dedicara gran parte de su tiempo y de sus energías a denunciar esta realidad y, sin embargo, los representantes de ese gobierno hacen caso omiso a las críticas lanzadas por él y por el resto de los detractores de la dictadura.
Asimismo confesó que, debido al esfuerzo invertido en función de esta causa, en ocasiones había desatendido a su familia, que a su juicio es lo más valioso en la vida, citando como ejemplo la historia de su suegro, un hombre extremadamente trabajador que murió fuera de su tierra natal, pero rodeado de sus seres queridos.
En tal sentido señaló: «Nos preocupamos mucho por el tema Cuba, y no nos damos cuenta de la cantidad de energía y atención que le dedicamos a mucha gente mala, hp, cuando ellos no nos dedican ni atención ni energía a nosotros, a ninguno, y el tiempo se nos va, y a veces no empleamos esa energía en nuestros seres queridos, y lo más importante es nuestra Familia, lo primario, lo único, los que están a nuestro lado en las buenas y las malas. Pancho trabajó casi toda su vida, trabajó muy duro, y falleció a nuestro lado y lejos de la tierra que lo vio nacer, lejos, lejos».
Igualmente, manifestó que a pesar de su conocimiento sobre la crisis imperante en Cuba y las terribles dificultades con las que tienen que lidiar a diario sus ciudadanos, abandonaría sus ideales patrióticos y se centraría en su familia, disculpándose en sentido general con todas aquellas personas que permanecen atrapadas en la isla y por las cuales siente cariño. También destacó el carácter finito de la existencia humana y lo imprevisible que resulta la muerte, por lo que reafirmó que se encargaría de fortalecer su vínculo afectivo con las personas cercanas a él.
En relación a ello, alegó: «Querida Cuba y cubanos, sé todo lo que pasa, sé de su tristeza, pero es hora de pensar en uno, en la Familia, la vida es fugaz e impredecible, es una, y es tu Familia lo que importa. Cuba, me despido de tu tristeza, de tus problemas, de tu política, lo siento. Demasiadas muertes que importan y duelen, demasiado de mi gente, demasiada energía y tiempo empleados en el viento, el espacio, en la inutilidad de algo demasiado…demasiado. Los quiero, pero es hora ya de estar y preocuparme por los míos, los que luchan pegados y muy duro por uno, por sobrevivir, lejos, muy lejos de nuestra Patria. La vida es tan bella y tan simple, tan Familiar, y el tiempo es para ellos. Lo siento».
