Las nuevas medidas anunciadas este martes por la Administración de Joe Biden, que incluyen la posibilidad de que los emprendedores independientes del sector privado cubano abran y utilicen cuentas bancarias en Estados Unidos, han sido objeto de numerosas críticas por parte de diversos sectores del sur de Florida, pero también han recibido la aprobación de un grupo reducido de personas y la indifirencia de otras que albergan dudas sobre las consecuencias de su aplicación.
Lo cierto es que la mayoría asegura que dichas regulaciones no beneficiarán al pueblo de Cuba ni contribuirán al establecimiento de un sistema de democracia en este país.
Por el contrario, muchos piensan que fortalece al régimen imperante en la isla y posibilita su permanencia en el poder.
Nick Gutiérrez, presidente de la Asociación Nacional de Hacendado de Cuba, destacó que el gobierno cubano está hallando varias vías para evadir las limitaciones impuestas en virtud del embargo. Al respecto comentó: «Esto no debería tener que explicarse de nuevo. Esto debe ser sabiduría acumulada».
Asimismo, agregó: «Han abierto unas excepciones que el gobierno de Cuba está más que capacitado para explotar».
El congresista republicano Carlos Giménez también se opuso fuertemente a los cambios revelados en el día de ayer.
En declaraciones ofrecidas a América Tevé, Giménez alegó: «Como yo dije, ahora vamos a ver más y más apertura con el régimen comunista de Cuba. Ahora dándole acceso a compañías privadas en Cuba, al sistema bancario de EE.UU. para darle acceso a capital etc., es una locura».
«No hay empresas privadas en Cuba. ¿De verdad tú crees que hay empresas privadas en Cuba que tienen hasta cien empleados? Es una locura, es una excusa para tener más y más apertura con este régimen que ha oprimido a su propio pueblo por 60 años», señaló el legislador cubanoamericano.
Gelet Martínez, fundadora y directora del portal ADN Cuba, manifestó a Telemundo 51: «Hemos reportado decenas de MIPYMES que tienen vínculos públicos con el régimen cubano, que son operadas por agentes de inteligencia, exdiplomáticos, militares retirados».
Igualmente, aclaró: «Estas pequeñas empresas para funcionar, tiene que obedecer al Estado. Tienes que callarte, obedecer e ignorar las cosas que estén pasando en el país, si quieres mantener tu negocio».
Sin embargo, el abogado Pedro A. Freyre, por su parte, tiene una concepción distinta sobre el paquete de medidas al considerar que brinda la oportunidad a los empresarios cubanos de acceder a servicios financieros sin la intervención del gobierno.
En tal sentido, dicho letrado, que trabaja con algunas compañías norteamericanas con intereses en la isla, expresó: «Cuando tienes un pequeño empresario, no dependes 100 por ciento del gobierno, y eso es lo más importante de este anuncio».
Además, explicó: «Esto te ofrece libertad de funcionamiento, libertad de movimiento y, sobre todo, libertad de pensamiento», recalcando que incrementa significativamente las «oportunidades».
«Si eres un emprendedor, puedes decir: tengo mi cuenta de banco y a partir de ahí, podemos hacer las transacciones, desde la compra de la materia prima hasta la exportación de los productos», añadió.
En cuanto a la gestión de MIPYMES por personas vinculadas al régimen, Freyre reconoció que la preocupación es «legítima», pero destacó que la mayoría están a cargo de «cubanos de a pie».
En tal sentido, enfatizó: «Puede que, con esto, se aprovechen personas que no deban hacerlo, pero hay que analizar los beneficios y los riesgos y, en este caso, creo, el beneficio es mayor. De una manera muy profunda, las MYPIMES están cambiando muchas dinámicas dentro del país».
Sin embargo, la materialización de las medidas relacionadas con el sistema bancario depende, en gran medida, de que dichas instituciones autoricen la apertura de tales cuentas.
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