Recientemente, un adolescente sufrió una mordedura de un tiburón en Daytona Beach, de la cual continúa recuperándose. El incremento de ataques de escualos en las últimas semanas ha conllevado a que los expertos en la materia emitan recomendaciones dirigidas a garantizar la seguridad de los bañistas durante la presente temporada de verano.
En relación a dichos sucesos, Contrell Thomas, manifestó: «No pensaría que un tiburón se acercaría a todas estas personas».
Lo cierto es que se han suscitado varios eventos de este tipo próximos en el tiempo que han desatado el temor y la incertidumbre en algunas personas en cuanto a la decisión de ingresar al agua.
Christianne Pearson, por su parte, comentó: «Vas en su propio entorno, así que tienes que ser consciente de dónde estás pisando».
En menos de una semana se han registrado cuatro ataques de tiburones en el condado de Volusia. El episodio más actual tuvo lugar este miércoles en Daytona Beach Shores y la víctima fue un visitante de 14 años, residente en Missouri, quien recibió una mordida en uno de sus pies mientras disfrutaba del mar con el agua a la altura de las rodillas.
No obstante, el especialista en tiburones, Gavin Naylor, considera que el aumento de la ocurrencia de tales hechos no constituye un fenómeno novedoso.
Al respecto, señaló: «Cada año, en esta época del año, vemos un aumento en las picaduras a medida que la gente va a las playas y disfruta del agua».
Afortunadamente, ni las heridas del adolescente ni las del resto de las personas que vivieron experiencias similares en esta región resultaron ser graves. Naylor destacó que es muy frecuente que los escualos que llegan a las aguas del condado en cuestión muerdan a los bañistas por error, de manera accidental.
En tal sentido, alegó: «Muerden el tobillo o el brazo de alguien. No es lo que esperan. El tiburón está tan asustado como el surfista, y se va».
Como medida preventiva para evitar el contacto con los tiburones, es preciso que las personas permanezcan atentas, observando con detenimiento lo que sucede en el agua, tanto para detectar la presencia de los escualos como la de otros peces que puedan captar la atención de estos.
«Tengo que tener cuidado ahora. Probablemente ya ni siquiera entre», agregó Thomas.
Igualmente, Harlee Boyles, puntualizó: «Solo estoy tratando de ser cauteloso con el lugar por el que camino. Y puedes ver, ya sabes, a través del océano. Es como que no puedes».
Desde el pasado jueves, dos jóvenes de unos 20 años y dos adolescentes de 14 años terminaros lesionados por tiburones en Volusia, lo que corrobora que el estado de Florida continúa siendo la capital mundial de los ataques de tiburones.