En las últimas semanas la Aduana de Cuba ha incautado dinero en efectivo a aquellos viajeros que han intentado salir del país sin acatar lo dispuesto en este ámbito por el Banco Central de Cuba. El vicejefe primero de dicho organismo, William Pérez, reveló que en el contexto actual se ha evidenciado un incremento del tráfico ilegal de divisas.
Dicho funcionario realizó una publicación en X a través de la cual dio a conocer que los pasajeros están tratando de extraer divisas «de forma oculta y usando diferentes modos de operar». Asimismo, compartió fotos que recrean algunas de las cantidades de dólares y pesos cubanos que han sido decomisadas, incluso aparecen billetes envueltos en el interior de cilindros de plástico. Se presume que los pasajeros esconden estos objetos en distintas partes de su cuerpo o en sus equipajes.
A los efectos de detectar estas ilegalidades el personal de la Aduana somete a los pasajeros a una revisión a través de un escáner para la cual estos deben despojarse de sus abrigos y zapatos.
La publicación realizada por el dirigente aduanero emerge luego de la declaración de culpabilidad realizada hace varias semanas por una mujer cubanoamericana, residente en Tampa, quien fue acusada en Estados Unidos de contrabandear más de $100,000 desde Cuba hacia dicha nación.
Esta mujer arribó al Aeropuerto Internacional de Tampa en febrero del año en curso a bordo de un vuelo procedente de la isla y cuando los oficiales la examinaron descubrieron que tenía $102,000 ocultos en la ropa que llevaba puesta y en su equipaje. La investigación efectuada arrojó que la antillana había viajado desde la isla a Tampa 45 veces desde mayo de 2023, sin embargo, las autoridades cubanas no lograron detectar semejantes irregularidades en sus salidas de este territorio a pesar de los mecanismos de control existentes y de las sospechas generadas a raíz de sus continuas visitas.
Lo cierto es que el gobierno cubano está inmerso en una exhaustiva labor de monitoreo de los dólares que salen del país, máxime cuando las instituciones autorizadas a vender divisas están enfrentando una escasez de efectivo cada vez más significativa con nefastas repercusiones en la economía.
La depreciación del peso cubano no parece tener fin, pues el valor del dólar sigue aumentando en el mercado informal, ubicándose entre 300 y 325 CUP por cada unidad. La falta de disponibilidad de dicha moneda en las entidades que con carácter oficial se encargan del cambio de divisas en la isla ha conllevado a que muchos cubanos continúen acudiendo al mercado negro para realizar este tipo de operaciones a expensas de ser sancionados hasta con privación de libertad de dos a cinco a cinco años.
El pasado mes de junio funcionarios de la Aduana se presentaron en el programa televisivo de la Mesa Redonda y en el marco del mismo revelaron que se habían decomisado 13 millones de pesos cubanos y más de $226,000 en el transcurso de los primeros cinco meses del presente año, resaltando que dichas sumas son superiores a las registradas el año anterior.
De acuerdo a las normas establecidas por el Banco Central de Cuba, al abandonar el territorio nacional o ingresar a este solo es posible llevar $5,000 o su equivalente en otras monedas libremente convertibles (CUP) sin tener que ofrecer declaraciones al respecto, pero si el monto es superior a este límite, los viajeros deben solicitar una autorización al presidente de la mentada entidad.
El objetivo de tales restricciones es impedir el lavado de dinero y comprobar la legalidad de esos fondos. Al amparo de la Resolución 79/2022 los pasajeros también pueden importar y exportar hasta 5,000 pesos cubanos. Tanto esta como otras normativas responden a la necesidad de lograr un equilibrio financiero en el país.