A pesar de que la presidencia de Donald Trump ha puesto cierto freno a varios proyectos de relación bilateral entre empresas norteamericanas y Cuba, en las aerolíneas y viajeros norteamericanos persiste el interés por conocer la isla caribeña, informó el canal CNBC.
El artículo resalta el hecho de que precisamente American Airlines abriera oficina hace apenas unos dias en La Habana, y hace hincapié en que la relación entre Cuba y Trump comenzó mucho antes de que este fuera presidente.
A pesar de que Trump ha mantenido una posición crítica respecto al acercamiento bilateral entre Washington y La Habana, Galo Beltrán, Gerente de Cuba American Airlines, dijo a AP que «es imposible especular sobre los siguientes pasos de Trump» pero que «existía un interés por la inversión norteamericana en Cuba.»
En principio, la propia American Airlines había anunciado una reducción en la cantidad de vuelos hacia la Isla, pero las cifras arrojadas al finalizar 2016 corroboran en gran medida que la apuesta de American, Jetblue, Southwest, Spirit y Delta por volar no solo a la Habana, sino también a otros ciudades del país (Santa Clara, Holguín, Varadero), ha arrojado dividendos sustanciales.
Recientemente, los medios oficiales de la isla informaron sobre la presencia en Cuba del Gobernador de Colorado, al tiempo que CNBC señalaba que «Stephanie Bowman y otros Comisarios del puerto de Seattle, que opera el aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma y una variedad de cruceros y terminales marinas, se reunieron con el ministro cubano de comercio y la inversión extranjera y la autoridad portuaria cubana».
Si hasta el momento las relaciones no han avanzado más, es porque, como señala una delas entrevistadas en la nota de CNBC, «existe un enorme conjunto de regulaciones», y hacer negocios no es tan sencillo como a muchos les parecía.
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