Dos aeropuertos del estado de la Florida están bajo la mira de los inversores y diseñadores para poner en marcha un proyecto inversionista de cifras millonarias. Los aeropuertos de Miami y Orlando serán los beneficiados con este propósito de las autoridades para el beneficio de cientos de millones de personas que se trasladan desde y hacia estos destinos.
La intención será respaldada con fondos federales y mejorará significativamente las instalaciones de las terminales de estos grandes centros. La propia administración del actual presidente Biden reveló que asignará importantes sumas de dinero para estas mejoras en varios aeropuertos del país, pero serán relevantes en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) y el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood (FLL).
Según datos oficiales el programa del gobierno considera erogaciones 970 millones de dólares que se utilizarán en 114 campos de aviación con aspiraciones que incluyen ampliaciones en vestíbulos, algunos aeródromos más pequeños y la construcción de nuevas terminales aéreas.
En el caso del Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood pudiera recibir una cifra de 50 millones de dólares para su remodelación. El dinero se destinará principalmente a la conexión de terminales que se encuentran detrás de los puntos de control seguridad, así como en la construcción de nuevos centros comerciales y algunas otras mejoras.
En cambio, el Aeropuerto Internacional de Miami con una cifra menor de unos 27 millones estarán destinados al soporte MIA Mover. Un aspecto importante para el traslado de pasajeros dentro de las diferentes terminales que, además han sido blanco de críticas por los propios usuarios meses atrás. También recibirán modificaciones y reparaciones los vestíbulos según informó NBC Miami.
Como se comentaba al inicio otros aeródromos del país se beneficiarán de estos fondos federales para brindar un mejor servicio a los pasajeros y mejores condiciones laborales para sus trabajadores. Entre ellos se encuentra el Aeropuerto Internacional O´Hare de Chicago que se le asignarán 40 millones de dólares para la expansión de su explanada y reconfiguración de un punto de control de seguridad.
También se apoyará al Aeropuerto Internacional Washington Dulles al norte de Virginia, el Aeropuerto Internacional de San Francisco y el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles cuyos montos oscilarán entre los USD 31 y USD 36 millones respectivamente. El Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor igualmente contemplará varias modificaciones en sus áreas.
Pete Buttigieg, secretario de Transporte señaló que la competitividad del programa de subvenciones, resaltando que obtuvieron solicitudes de 14 mil millones de dólares por encima de los fondos disponibles por el gobierno. Argumenta que esto quiere decir que este interés de inversores “subraya la demanda crítica por mejoras en la infraestructura aeroportuaria nacional”, que existían hace más de diez años cuando los ataques del 11 de septiembre en que los aeropuertos necesitaban un nuevo diseño de sus sistemas de seguridad en mente.
Destaca Pete que el proceso de solicitud fue bastante competitivo y que los proyectos que se seleccionaron son considerados los más encomiables. En la misma línea la Administración Federación de Aviación (FAA) mediante un funcionario explicó que el gran nivel de aceptación que generó las nuevas inversiones. Señaló que recibieron más de 600 solicitudes para enfrentar las reparaciones y construcciones que ameritan los aeropuertos del país.
El funcionario refleja el reconocimiento de la necesidad de modernizar las bases aéreas de la nación y beneficiar en gran medida a los viajeros que son la razón de ser de estas instalaciones, así como adaptar a las nuevas demandas de seguridad.
Ante un creciente descontento en los visitantes hacia las aerolíneas por las tarifas y precios de los servicios, la administración hace esfuerzos para potenciar y promover nuevas ofertas a los viajeros. Un hecho visible fue la publicación del Departamento de Transporte de un «panel de control» on line, que se diseñó para alentar a las aerolíneas a mejorar sus servicios a los clientes.