Este lunes reportó un corresponsal extranjero, que 25 estadounidenses se ven afectados por ataques sónicos y el número de personas aquejadas podría ascender.
Del telediario Local10 de Miami, Hatzel Vela asegura que fuentes próximas a la investigación acerca de los ataques al personal diplomático norteamericano en la isla confirman la cifra y registran que otros casos de personas que se les están realizando exámenes médicos, aumentarían la cifra de víctimas.
Se reveló al canal de Florida que “algunos incidentes tuvieron lugar dentro de la misma Embajada y varios hoteles de La Habana” y que “existe un gran descontento entre las víctimas” por cómo Estados Unidos ha manejado la situación, según fuentes que han solicitado el anonimato.
“Sus quejas principales son que tomó demasiado tiempo para que funcionarios de alto rango en La Habana y Washington tomaran medidas”, asevera Local 10.
Por otro lado la manera en que Castro respondió sorprendió a Washington, comentaron un grupo de funcionarios estadounidenses.
En una conversación cara a cara, Raúl Castro dijo al diplomático estadounidense Jeffrey DeLaurentis que estaba igualmente desconcertado y preocupado, negando toda responsabilidad por los hechos.
El régimen ha permitido que varias agencias de investigación, incluyendo el FBI, pasen tiempo en la isla comunista y busquen respuestas.
En un país donde el gobierno tiene todo el control, los investigadores estadounidenses tienen dudas y siguen investigando si una facción deshonesta de las fuerzas de seguridad de Cuba actuó en desafío al gobierno de Castro y posiblemente colaboró con otro país, como Rusia.
El viernes, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, al dirigirse a las Naciones Unidas, volvió a negar su responsabilidad y agregó que el gobierno cubano cumple con sus obligaciones de proteger a todos los diplomáticos en la isla.