Este miércoles en el Zoológico de Miami, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniela Levine Cava, pronunció su cuarto discurso sobre el estado del condado, durante el cual anunció que solicitaría a los electores la aprobación en noviembre de un plan de endeudamiento de $2,500 millones con el objetivo de invertir en infraestructura y servicios, que incluyen ampliaciones del alcantarillado, viviendas asequibles y otros proyectos gubernamentales de cara al futuro.
La funcionaria argumentó que la votación favorable por este paquete de bonos constituía una decisión osada, pero necesaria.
Al respecto expresó: «Debemos ser más valientes y audaces que nunca. Nunca me he aferrado al statu quo. Y el pueblo de Miami-Dade tampoco».
La propuesta de referendo de bonos «305 Future Ready» coloca a Levine ante la existencia de elevados impuestos sobre la propiedad, mientras se prepara para las elecciones a la alcaldía no partidistas programadas para el mes de agosto.
El pago del préstamo será realizado por Miami-Dade a partir del establecimiento de un impuesto sobre la propiedad existente que ya paga la deuda del condado. En caso de ser aprobado el referendo, la tasa impositiva aumentará en función de la adquisición gradual del dinero prestado durante el transcurso de varias décadas a través de la venta de bonos en Wall Street. Los adquirentes de los bonos cobrarán intereses al condado y el pago de estos se efectuará mediante impuestos a la propiedad.
La alcaldesa no ofreció detalles sobre el incremento en las facturas de impuestos o las acciones a desarrollar con este plan de gastos de $2,500 millones, que será sometido primeramente a votación en la Comisión del Condado.
Incluso si se lograra la aprobación del paquete de bonos, ello no necesariamente implicaría un aumento de dichas facturas. En la actualidad, el impuesto de deuda existente cuesta a los propietarios de Miami-Dade alrededor de $49 por cada $100,000 del valor gravable de su propiedad.
El pago de la deuda por el condado garantiza la reducción de la tasa de impuestos, lo cual permitiría programar futuros pagos de bonos para reemplazar los pagos de bonos existentes de manera que la tasa impositiva permanecería plana. El aumento del valor de la propiedad también puede generar más dinero para los pagos de bonos sin tasas más altas. No obstante, si el condado adquiere los préstamos a un ritmo acelerado, la probabilidad de que la tasa de impuestos aumente es mayor.
La administración de Levine no ha revelado el monto anual que el condado pedirá prestado y que será descontado de los $2500 millones, o la repercusión que a largo plazo podrá tener el pago a los compradores de bonos sobre las tasas de impuestos para deuda para los propietarios de viviendas.
La legislación de bonos recibirá el apoyo de Danielle Cohen Higgins, comisionada del condado, quien refirió que la iniciativa hará posible la inversión en viviendas, conversiones de sistemas sépticos a alcantarillados, prevención de inundaciones, parques y proyectos centrados en la resiliencia al cambio climático.
Manny Cid, uno de los contrincantes republicanos de Levine manifestó su oposición al plan al terminar su discurso, no obstante, la demócrata considera que se trata de una medida que beneficiará a los residentes y en la cual está basada su campaña de reelección.
Meses antes de la pronunciación de este discurso, la alcaldesa gestionó la realización de una encuesta sobre la propuesta entre 500 problables electores, según trascendió en virtud de una nota de la empresa de sondeos EMC Research publicada el miércoles por la noche por Christian Ulvert, director de la campaña de Levine.
Con resultados bastante favorables, aproximadamente el 79% de los encuestados mostró su anuencia con el paquete de bonos de $2,500 millones teniendo en cuenta su uso para la financiación de viviendas asequibles, parques, infraestructura y resiliencia medioambiental. Sin embargo, el texto no se pronunciaba acerca de los impuestos sobre la propiedad ni indagaba en la opinión de los electores en relación a la posibilidad del aumento de estos impuestos para financiar los proyectos.
La alcaldesa aclaró que en el contexto actual el condado cuenta con la tasa de impuestos sobre la propiedad más baja en sus últimos 40 años, aun después de los recortes del 1% efectuados a la misma, los cuales propiciaron un aumento de dichos impuestos al tomar auge la inflación.
Históricamente se ha evidenciado una tendencia en los electores de aprobar referendos sobre bonos. El último paquete de préstamos se aprobó en el año 2004 y ascendía a $2,900 millones, garantizando, por ejemplo, la realización de inversiones en el túnel de PortMiami, el museo de ciencias Frost y el Centro de Convenciones de Miami Beach.
No obstante, en el 2014 los electores de Miami-Dade descartaron un paquete de bonos de $390 millones para financiar el nuevo juzgado del downtown de Miami, un proyecto que se logró materializar, pero a partir de otras fuentes de ingresos.
En declaraciones al Miami Herald, Cid afirmó que pretendía bajar los impuestos si resultaba elegido, agregando: «El discurso de esta noche sobre el Estado del Condado es un ejemplo más de la actitud despectiva que la actual administración tiene hacia las familias trabajadoras y las pequeñas empresas».
El conocido influencer Alex Otaola, quien también se ha postulado para las elecciones, lanzó un comunicado con críticas al discurso de Levine, aunque no se refirió al plan de endeudamiento. En tal sentido señaló: «Miami-Dade merece un liderazgo honesto, transparente y responsable».
En agosto si ningún candidato a la alcaldía consigue más del 50% de votos, los dos que obtengan la mayor cantidad, se enfrentarán en noviembre.
Levine recalcó que el condado tenía que continuar desarrollándose a la vez que ella lucha por permanecer en sus funciones durante cuatro años más con un presupuesto superior a los $11,000 millones.
Al respecto puntualizó: «Estamos juntos en esto a largo plazo. Estamos construyendo para hoy e invirtiendo en el mañana»
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