Recientemente, el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA), reveló que en el pasado mes de septiembre las exportaciones de carne de pollo a Cuba disminuyeron notablemente, ubicándose por debajo del 60 % en relación a las efectuadas en agosto. Sin embargo, en octubre alcanzaron las cifras más bajas desde el mes de junio de 2020, etapa en que la pandemia de COVID- 19 se encontraba en pleno auge en el mundo, con una caída del 26, 5 % en valor y 32 % en toneladas.
Esta situación ha alarmado a la industria avícola estadounidense, teniendo en cuenta que el mentado producto es la principal fuente de carne a la que pueden acceder la mayoría de los cubanos. Al decir del economista cubano Pedro Monreal en octubre el precio del kilogramo de pollo estadounidense en el puerto de embarque conocido como FOB (libre a bordo) arribó a 1, 30 dólares, el más elevado de los últimos cinco años.
Como consecuencia, las tiendas TRD y Caribe de La Habana, en las cuales se venden determinados productos racionalizados en moneda nacional, entre ellos el pollo, comenzaron a sustituir el mismo por hígado y molleja.
No obstante, en agosto algunas MIPYMES comercializaron el producto en las calles. Respecto a esta práctica Monreal expresó: «Esa venta debajo de una mata es mercado informal. No funciona como mercado de competencia ni conecta con la economía interna. Es un negocio de ‘fenicios’ y políticamente es indefendible».
Varios expertos en economía afirman que, ante el incremento del valor del pollo, las MIPYMES invirtieron en la compra de azúcar en Estados Unidos, un producto de primera necesidad que escasea en la isla debido a la decadencia que presenta dicha industria.
Monreal, por su parte, destacó: «Entre enero y octubre de 2023 Cuba importó desde EE.UU. 179,4 mil toneladas de azúcar y endulzantes. De esa cifra, 99 mil toneladas fue azúcar. En apenas 4 meses (julio-octubre) las importaciones de azúcar desde USA representaron 21% de la zafra cubana 2022-23»,
El gobierno norteamericano informó a mediados de agosto que la isla recibía alimentos y medicamentos a diario provenientes de Estados Unidos.
En el 2022 de acuerdo a datos oficiales el valor de las exportaciones de alimentos y productos agrícolas de empresas estadounidenses hacia Cuba ascendió a los 328,5 millones de dólares, lo cual marcó un récord en las operaciones de comercio entre ambos países en la última década.
De estas, aproximadamente 295 millones de dólares, que representa más del 85 % del total, correspondieron a la adquisición de pollo congelado en sus distintas variantes, mientras que el resto consistió en pulpa de pulpa de madera, carne de res, carne de puerco, pavo congelado, arroz, soya, harina de maíz, granos, hojuelas de maíz caramelizado, conservas de carne, café, cerveza y bebidas no alcohólicas, evidenciándose así la preeminencia de la venta de esta carne.