Cuatro condados de la Florida han sido declarados en estado de emergencia por un brote de algas verdes tóxicas en fuentes de agua.
Primeramente, el gobernador Rick Scott anunció la alerta para los condados de St. Lucie y Martin, y después fueron anunciados los de Palm Beach, y Lee. Las algas destruyen el frágil ecosistema de los estuarios ocasionado por las descargas de agua del lago Okeechobee.
Scott dijo que el Cuerpo de Ingenieros del Ejercito del país busca reducir a partir de este fin de semana las descargas de agua del lago Okeechobee a estuarios y vías fluviales.
«Si bien este es un primer paso importante, no podemos perder el foco de la necesidad de que el Gobierno federal financie de inmediato las reparaciones del Dique Herbert Hoover», aseguró hoy el gobernador.
El gobernador agregó que hay que «acelerar los proyectos de almacenamiento de agua para reducir la proliferación de algas».
Celeste de Palma, directora de política ambiental de Audubon, había advertido el pasado junio a EFE de la «crisis ecológica» que se estaba desatando en el ecosistema del estado, a raíz del vertido masivo de millones de galones de agua con residuos procedente del lago Okeechobee, el mayor de agua dulce de Florida.
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