El antiguo restaurante Moscú, en pleno corazón del Vedado habanero, ya no es más que ruinas. Un incendio lo apartó de la vida pública en algún momento de los años 90, y allí quedó, sometido a la desidia y al abandono.
“Arte nuevo de hacer ruinas”, con esa imagen un par de cineastas alemanes dieron forma, hace varios años, a un premiado documental que resumía en cinco ejemplos, casos de cubanos que habitaban entre ruinas y edificios en muy mal estado de La Habana.
Sólo las puertas tapiadas han podido, seguramente, evitar que este edificio, aparentemente muy sólido, no haya acabado convertido en improvisadas viviendas.