El alcalde de Hialeah Estevan Bovo anunció este martes se cuenta con un plan para la construcción de viviendas en la ciudad en colaboración con el sector privado. Como resultado de la ola migratoria y el ingreso de miles de latinos al país, las rentas continúan el ascenso y un apartamento fácilmente puede costar $2.000 dólares.
La ciudad que progresa no es la única con esta situación, pero la facilidad para los migrantes de establecerse en ella es gracias también a que el 98% de sus habitantes es de habla hispana. Bovo y el presidente del consejo Jesús Tundidor en cooperación con empresa privada ponen en marcha el primer grupo de trabajo sobre viviendas asequibles.
Bovo explicó a la prensa que la situación abarca la localidad entera, que todas las personas que «viven mes a mes» están en esta cruzada. Refiere que el crecimiento es bueno en la urbe, pero hay que reconocer que hay un impacto de estos precios en la población, incluso en la que llevan viviendo muchos años.
Estevan comunicó que pretenden crear un tipo de menú de vivienda donde puedan acomodarse personas de escasos recursos y trabajadores. Además del planteamiento y evaluación de los terrenos disponibles para la construcción de las viviendas, se analizará el modelo de las mismas. «En este momento la única manera de crear algún tipo de vivienda o unidades que sea para personas de bajos recursos es si viene alguien que pide una concesión», detalló el alcalde.
Jesús Tundidor en favor con la comunidad y en relación con el sector privado empuja esta nueva opción de viviendas asequibles que mejorarán la calidad de vida de los residentes. «Nosotros decidimos ir un poco más que eso, queremos colaborar con el sector privado y poder desarrollar esta junta, donde hay expertos de la industria, oficiales del gobierno, de autoridades de vivienda, todos juntos. Se valoran diferentes ideas como reducir los costos para seguir produciendo viviendas de este tipo.
Charles Castillo residente de la ciudad expuso a América Tevé que todo está muy caro y que él paga $1.300 dólares al mes, pero no solo eso la comida también está cara en Hialeah.
Hace una semana la administración de la ciudad emitió una ordenanza para restringir la cantidad de tráilers que se puede tener en una vivienda, así como los botes. Estevan expresó que la cantidad de tráilers en zonas residenciales afecta el orden urbano y es una ilegalidad. «El alquiler de una casa móvil en una zona residencial para lucrar es ilegal. No se permite», comento el alcalde quien también hizo alusión a que el que incumpla esta norma, puede obtener una multa de $500 dólares.
El objetivo de esta medida es proteger a los propietarios de Hialeah que se quejan en ocasiones por tener que residir cerca de las casas rodantes, donde personas que no conocen ni quiénes son tienen comportamientos irresponsables. El año anterior Bovo dijo que la presencia excesiva de estos tráilers generaba un ambiente de «solar» y que se detendría.
Telemundo 51 afirmó el año anterior que los migrantes optan por establecerse en la ciudad de Hialeah porque encuentran muchas más opciones de alojamiento, entre ellas los tráilers en los patios de residencias. Estos inmuebles rodantes pueden llegar a tener un costo de entre $500 y $1.000 dólares al mes. A eso súmele que el 94% de la población de la ciudad es hispanohablante, lo cual es favorable para los recién llegados que pretenden trabajar.