El sábado se encontraron cientos de peces muertos y otros aún luchando por sobrevivir en partes de la Bahía de Biscayne en Miami.
Los peces fueron vistos en la bahía desde Haulover Inlet hasta North Bay village y el área del parque Albert Pallot en el noreste de Miami Dade, como ya sucediera también el pasado mes de agosto.
Sin embargo, en agosto la investigación reveló que se trató de un descenso repentino de los niveles de oxígenos en el agua. Pero a diferencia de la última vez, la temperatura del agua el sábado fue normal y la circulación en la bahía fue mejor.
Para los científicos, es cada vez más claro que lo que está causando las muertes son los humanos y la cantidad de contaminación terrestre que ingresa constantemente al agua, reportó Local 10.
El Little River Canal es una gran fuente del problema. Diariamente se acumulan toneladas de basura y contaminación. Una barrera bloquea la mayor parte, pero parte de ella pasa y fluye por el canal hasta las compuertas. Por ley, Water Management debe abrir las compuertas contra inundaciones cada vez que llueve mucho. Cuando eso sucede, toda esa contaminación fluye directamente a la Bahía de Biscayne.
En todo el sur de la Florida se han registrado fuertes precipitaciones en las últimas semanas.
«Ver que esto vuelva a suceder, es más doloroso para la bahía, pero es más motivación, nos motiva a todos a hacer más cambios», dijo la Dra. Rachel Silverstein, directora ejecutiva de Miami Waterkeeper.
Los últimos eventos catastróficos son otro indicio de que la Bahía de Biscayne está en crisis.