Un estadounidense en estado de ebriedad arrojó a su pequeño hijo desde un muelle para que aprendiera a nadar, informa NBC Miami.
John Bloodsworth fue visto por varios testigos, lanzándose con el niño de cinco años al agua en la localidad costera al norte de Orlando, en la que además está prohibido saltar desde los muelles.
El menor intentó mantenerse a flote en una parte con gran profundidad, afortunadamente un ex oficial de la policía que se encontraba en el lugar de vacaciones, ayudó al niño a salir del agua ileso.
El buen samaritano confrontó a Bloodsworth, y luego lo entregó a las autoridades.
El residente en Florida enfrenta cargos de abuso infantil y conducta desordenada a raíz de los hechos.
El hombre salió de prisión este martes, pagando una fianza, y en lugar de arrepentirse de lo ocurrido, lamentó estar tras las rejas «por ser genial», el sujeto también dijo regresaría al muelle para saltar a diario.