Mark Barnett, de 48 años, fue acusado por intentar explotar alrededor de 10 bombas caseras en tiendas Target de la costa este del país para intentar que las acciones de esta cadena cayeran y él adquirir algunos artículos a precios más baratos, reportan varios medios de prensa.
El sospechoso, que posee antecedentes penales por delitos sexuales, se encuentra detenido en un centro del condado Marion bajo la acusación de posesión de un arma de fuego para dañar negocios, delito por el que podría cumplir una pena de hasta 10 años.
Según se conoció, Barnett envió a alguien para que colocara los artefactos en tiendas de Florida, Virginia y Nueva York, que de explotarse, hubieran causado graves daños materiales y la muerte a personas que se encontraran en el lugar.