Según datos del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos- Cuba, durante el año 2023 las exportaciones de vehículos desde la nación norteña a la isla alcanzaron casi los 10 millones de dólares. El intercambio comercial incluyó el envío de automóviles y equipos, desde una ambulancia y coches fúnebres valorados en 78,590 dólares, hasta camiones de 5 y 20 toneladas métricas, motocicletas, remolques, vehículos de lujo, así como partes y piezas de repuesto.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos solo autoriza estas ventas a personas naturales residentes en Cuba y a entidades cubanas y extranjeras, incluidas las empresas privadas y las embajadas.
Entre las inversiones más notables figuran las adquisiciones de tractores de uso destinados al sector agrícola, vehículos nuevos de cuatro cilindros, autos de pasajeros, casas rodantes, embarcados desde Miami y Tampa y descargados en el puerto del Mariel.
En la lista de exportaciones se destacan vehículos usados de entre 1,500 y 3,000 centímetros cúbicos, incluso se encuentran modelos de lujo como Tesla y Mercedes Benz, transacciones que implicaron el desembolso de millones de dólares.
A ello se sumó la compra de camiones de diversos tipos, equipos de transporte, partes y piezas de repuesto como carrocerías, parachoques, gomas, trailers y motocicletas.
Con estas importaciones las empresas estadounidenses obtuvieron un total de ingresos de 9,824,627 dólares, unido a los casi 350 millones de dólares reportados por la adquisición de alimentos y productos agrícolas efectuada por Cuba también el pasado año.
Es preciso señalar que las importaciones de vehículos hacia la isla suponen el pago de impuestos a la Aduana cubana, cuyos valores oscilan entre 20,000 y 56,000 dólares por cada uno, lo cual pone de manifiesto las cuantiosas ganancias que dicho negocio le genera al régimen cubano.
Estas operaciones se efectúan a través de entidades creadas por el gobierno de la isla que actúan como intermediarias, sin embargo, los representantes de este insisten en culpar a los Estados Unidos de la crisis económica imperante en el país debido a la permanencia del embargo.