Ana de Armas no pasa mucho tiempo sin pisar la Isla que la vio nacer, donde viven aún sus padres y muchos de los amigos de la infancia y adolescencia, la actriz cubana regresó este Fin de Año a La Habana, donde celebró el 31 de diciembre.
La artista paseó en almendrón por las calles de la capital, acompañada de una de sus amigas, y se le veía feliz de volver a estar en casa.
Ana también compartió con su más fiel amiga en la Isla, la también actriz cubana Claudia Alvariño, y con el actor y director de teatro Jazz Vilá, con quien también comparte una entrañable amistad.
El hermano de Ana, Javier Caso, quien también reside en Estados Unidos, viajó en esta ocasión al país caribeño para pasar tiempo con su familia de cara a las festividades.
De Armas quien tuvo un excelente 2019 en Hollywood, e incluso consiguió una nominación al Globo de Oro a mejor actriz de comedia, por su papel en la película Puñales a la Espalda, también se escapó a Cuba en noviembre pasado para celebrar el Día de Acción de Gracias.
«Agradecida por llamar hogar a este lugar. Agradecida por mi familia y amigos, por mi salud. Agradecida por todas las oportunidades que me han dado y por las que he luchado», escribió la artista en sus redes sociales, por esos días durante su estancia en La Habana.
Aunque en los últimos tiempos Ana ha callado sobre el tema de la represión y las limitaciones económicas en su tierra, en 2017 se atrevió a decir que la idea de una apertura en Cuba era falsa.
«Creo que esta idea de que ha habido una apertura no es muy apropiada porque no es cierta. Que haya vuelos directos de Estados Unidos a Cuba no quiere decir que las cosas hayan cambiado. Para los cubanos todo sigue igual, particularmente para la clase trabajadora», detalló a través de una entrevista con La Vanguardia.
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