Toneladas de mango se echan a perder en la oriental provincia de Guantánamo, ante la ineficacia de las autoridades para trasladar y comercializar las frutas, en medio de la crítica situación alimentaria que vive el país, con la peor inflación de la historia.
El hecho fue dado a conocer por el periodista oficialista Miguel Noticias, quien tiene un perfil en Facebook en donde se dedica a difundir información relacionada con el país comunista.
«Estas son imágenes de cuatro campesinos de diferentes municipios de Guantánamo y cuyas toneladas de mango se pierden por falta de gestión, recursos, contratación, traslado y comercialización», reconoció el reportero.
«Dos de ellos pertenecen a la CCS Armando Barrero de Macambo en San Antonio del Sur. El tercero y el cuarto, residen en Cajobabo y en San Ignacio, municipio de Imías», añadió.
«Son toneladas de mangos echados a perder haciendo tanta falta ahora en estos momentos que vivimos, ¿usted cree que así es posible que la economía pueda recuperarse? Estos son dos campesinos nada más, hay varios en esta misma situación y eso sin entrar al campo que ahí es donde está la verdadera pudrición», aseguró junto a imágenes de las frutas en mal estado.
Este suceso ocurre casi todos los años en primavera, que es la temporada del mango en Cuba. Mientras en los hogares cubanos no hay qué comer, y el costo de la vida es aplastante para el ciudadano de a pie, las frutas se pudren en el campo sin que nadie pueda comérselas por la falta de gestión y la indolencia de empresas de acopio y la burocracia del régimen.
Al cierre de mayo Cuba registró una inflación anual cercana al 87%, de acuerdo al economista de la Universidad Johns Hopkins, el estadounidense Steve H. Hanke, quien elabora cada año un listado del índice de pobreza extrema a nivel mundial.
Cuba ocupó el puesto número nueve en el «Índice de Miseria» que elabora el economista estadounidense (HAMI, sus siglas en inglés), el listado estuvo encabezado por Zimbabue, Venezuela y Siria.
Según el académico, «las políticas económicas desastrosas han dejado al país en ruinas», y «no es de extrañar por qué la utopía comunista es el noveno país más miserable del mundo».