Pobladores de los barrios Cuatro Caminos y Laguna Larga, pertenecientes al municipio San Germán, provincia Holguín, decidieron llevar el fluido eléctrico a sus hogares por su cuenta, después de pasar casi dos décadas esperando una solución del Gobierno. Según los habitantes, la reacción de las autoridades fue reprimirlos.
«Hace 17 años, Miguel Díaz-Canel, que en ese momento fungía como primer secretario del Partido Comunista en la provincia, vino aquí. Cuando le dimos la queja, prometió poner corriente a tres barrios: Cuatro Caminos, Las Cuchillas y Laguna Larga», recordó Orlando Góngora Batista. «De las tres, solo consiguieron electricidad los habitantes de Las Cuchillas, que también la pusieron por sus propios medios, para que los tuvieran en cuenta».
Las quejas han llegado incluso a la capital del país, pero no han recibido respuesta, afirman los pobladores de la zona. Directivos del municipio y la provincia se han presentado en las localidades para «justificarse y evadir responsabilidades, con la excusa de que el Estado no tiene presupuesto», dijo otro afectado.
Cuatro Caminos y Laguna Larga son dos comunidades de unas 12 viviendas ubicadas a nueve kilómetros de San Germán. Desesperanzados, los vecinos decidieron cortar troncos para hacer postes, comprar cables de forma ilegal y conectarse a la red nacional, que ahora estaba a solo 200 metros, en Las Cuchillas.
La respuesta de las autoridades fue un operativo en la zona para desmontar lo instalado y dejar a los habitantes como estaban, sin servicio eléctrico.
«Hicieron un cordón policial para que la gente no pasara a donde estaban tumbando los postes que nosotros mismos pusimos, y nos amenazaban con echarnos gas pimienta», relató un residente en Laguna Larga que pidió mantenerse en el anonimato. «Finalmente, cuando decidimos acercarnos con las manos detrás y sin ofender a nadie, nos dimos cuenta de que los cables y postes que habíamos comprado se los estaban llevando los trabajadores de la Empresa Eléctrica y los guardias».
Varios vecinos, entre ellos mujeres, fueron detenidos por horas y al salir les entregaron una carta de advertencia.
«Ya todos los vecinos de estas dos comunidades hemos renunciado a todas las organizaciones de masa. Si no hay corriente, no hay nada», afirmó un poblador.
(Con información de Diario de Cuba)
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