Como resultado del robo y el sacrificio de dos caballos, las autoridades del condado de Miami-Dade han anunciado que ofrecerán una recompensa de 10000 dólares a quien revele cualquier información relacionada con los responsables de estos delitos.
Según dichas autoridades en la madrugada del pasado 3 de enero, unos delincuentes penetraron en una finca ubicada en la calle 168 del suroeste y la avenida 207, en la zona rural de Redland, cerca del oste de la avenida Krome, en Miami-Dade y sustrajeron a los animales, identificados como Baby Doll, de 6 años y Muñeco, de 10 años.
Posteriormente los trasladaron hacia un terreno baldío y los descuartizaron al parecer para comercializar su carne.
Los restos de los cadáveres de los caballos fueron encontrados a varios metros de la propiedad donde habitaban, en un área de campo situada en la cuadra 20600 de la calle 168 del suroeste de Miami-Dade.
En declaraciones prestadas al equipo de América Tevé, Martha Insignares, dueña de los equinos masacrados, expresó: «Quisiera que las personas que están comprando esta carne de caballo sean conscientes de dónde está viniendo esa carne».
La Unidad de Investigación Agrícola de Miami-Dade continúa desarrollando las investigaciones pertinentes.
Sin embargo, todo el personal a cargo de las averiguaciones ha solicitado a los residentes de la comunidad que se comuniquen con Miami-Dade Crime Stoppers a través del número 305-471-TIPS (8477) en caso de que conozcan de algún hecho sobre matanza de caballos o de alguna persona que esté vendiendo su carne.
Martha, quien reside en esa zona hace 25 años, manifestó a la prensa local que, a su juicio, los criminales realizaron una labor de vigilancia con antelación al robo.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha insistido en que no hay establecimientos autorizados para llevar a cabo el sacrificio de caballos en el país.
Constituyen delitos la transportación, distribución, venta, compra y posesión de carne de caballo que no esté estampada,
marcada y descrita como tal para consumo humano.
La policía de Miami- Dade aclaró que la matanza ilegal de caballos, por su parte, está concebida en Florida como un delito de tercer grado y la pena al incurrir en esta conducta incluye una multa de 3500 dólares y hasta un año de privación de libertad.
No obstante, han sido varias las denuncias efectuadas por defensores de los derechos de los animales vinculadas al hallazgo de cadáveres de caballos despedazados en Miami-Dade y en otros lugares del sur de Florida.
En los últimos años se han registrado sucesos de este tipo en Florida, cuyo objetivo es la venta ilegal de la carne de dichos animales.
En diciembre del año pasado se produjo el arresto del cubano Alain Arencibia Díaz, de 39 años de edad, por vender a un informante encubierto carne de un caballo sacrificado ilegalmente.
La operación articulada por detectives implicó la compra de 40 libras de caballo a cambio de 500 dólares y significó para el cubano enfrentar cargos por compra, venta y posesión de carne de caballo.
Meses antes, en agosto, tuvo lugar el robo de dos yeguas en una finca del condado de Broward. El hecho conllevó a que la organización sin fines de lucro denominada Animal Recovery Mission (ARM), consagrada a la protección de animales, ofreciera una recompensa de 25000 dólares a quien contribuyera al arresto de los responsables.
