Después de semanas de protestas y peticiones al gobierno de Bahamas, las autoridades de ese país terminaron deportando a 24 cubanos entre ellos ocho a los cuales el gobierno de Panamá les había otorgado asilo. Los cubanos fueron subidos a un autobús que los llevo al aeropuerto y de ahí rumbo a Cuba a pesar de que suplicaron no ser llevados a Cuba en el último momento.
Las autoridades de Bahamas se escudaron en un acuerdo migratorio con Cuba que establece la repatriación de aquellos cubanos que no califiquen como refugiados políticos. Bahamas negó ese estatus a los casi 50 cubanos detenidos en la isla del Caribe lo que impidió que otros países pudieran acoger a los cubanos como refugiados.
Los cubanos detenidos en Bahamas fueron sometidos a abusos y golpizas por parte de las autoridades que en un inicio trataron de tapar y después admitió debido a la evidencia gráfica de uno de los incidentes.
Otros ocho cubanos serán repatriados en los próximas días según dijeron algunos de los detenidos a exiliados en Miami interesados en su situación. Varias voces se han levantado en Miami para que la comunidad de cubanos haga un boicot a los viajes a Bahamas y así expresar su malestar con la actitud de las autoridades bahameses.
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