El presidente de Estados Unidos, Barack Obama se encuentra ante un dilema en el estado de las relaciones con Cuba.
Obama ha de decidir antes del próximo 14 de septiembre si prolonga las sanciones a Cuba bajo la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, un estatuto de 1917 al que John Kennedy recurrió en 1962 para imponer el embargo económico a la isla y que desde entonces han renovado, año tras año, los nueve siguientes presidentes de Estados Unidos.
Cuba es actualmente el único país del mundo sancionado bajo esa ley, que autoriza al dirigente estadounidense a imponer y mantener restricciones económicas a Estados considerados hostiles reporto CubaNet.org.
Obama entraría en una contradicción si, después de ocho meses insistiendo en que el Congreso debe levantar el embargo, decide mantener a Cuba vinculada a la ley que permitió instaurar esa medida hace cinco décadas. Por el contrario si decide no firmarla según los expertos, podría anular su autoridad para relajar las sanciones a la isla mediante decretos ejecutivos.
“La Ley de Comercio con el Enemigo es, con mucho margen, el estatuto principal que activa el embargo. Pero también es el único que confiere la actividad ejecutiva al presidente para relajar el embargo a Cuba”, añadió el abogado, que lleva 25 años asesorando a empresas sobre la legislación estadounidense respecto a Cuba.
En 2008, el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, eliminó a Corea del Norte de la Ley de Comercio con el Enemigo, tras el acuerdo para que Pyonyang divulgara detalles de su programa nuclear.
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