Este domingo un avión Boeing 737 -800 regresó al Aeropuerto Internacional de Denver después de perder una cubierta y chocara contra un alerón de uno de sus motores durante el despegue, según detalla la Administración Federal de Aviación (FAA).
Referente al suceso FAA informó que el vuelo 3695 de Southwest iba destino al aeropuerto William P. Hobby de Houston, Texas, pero tuvo que regresar a Denver a las 8:15 am hora local. La aerolínea confirmó que los pasajeros se trasladaron a otro avión para llegar a su destino después de tres horas de retraso.
Con respecto al incidente Southwest dijo: «Nuestros equipos de mantenimiento están revisando la aeronave», pero no respondió de inmediato cuando se le preguntó la última ocasión en que ese avión y su motor recibieron un mantenimiento. Por su parte la FAA aclaró que se encuentra investigando las causas que propiciaron la ocurrencia de este hecho.
El episodio se produce en plena investigación de la FAA de otro caso de la aerolínea que ocurrió en el mes anterior, cuando otro avió se desvió de su curso y pasó cerca de la torre de control de tráfico aéreo en el aeropuerto La Guardia, en Nueva York.
Este hecho se suma a la lista de problemas para Boeing, el segundo mayor fabricante de aviones comerciales del planeta. A principios de enero de este año un panel que cubría el espacio para una puerta de emergencia de un Boeing 737 MAX-9 de Alaska Airlines se desprendió en pleno vuelo provocando pánico en los pasajeros del vuelo.
Favorablemente el incidente no provocó heridos, pero inició una serie de investigaciones en las operaciones de Boeing. La FAA descubrió una decena de irregularidades de control de calidad tanto en el productor como el proveedor de este Spirit AeroSystems. Otro informe del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSA) dio a conocer que el panel se desprendió teniendo en cuenta que no fue instalado correctamente y no tenía los cuatro tornillos de fijación necesarios.
Los clientes de Boeing, Southwest y Unido plantean que estos problemas le han causado serias dificultades en los planes de ventas de sus servicios. La ansiosa certificación de la FAA de sus modelos 737 Max 7 y Max 10 mantienen retrasos con respecto a los calendarios anteriores. Dave Calhoun, presidente ejecutivo de Boeing manifestó que a finales de año renunciaría a su cargo, en tanto, Boeing reemplazó a su presidente y director ejecutivo de su unidad de aviones.
La crisis d este productor de aviones se inició en octubre de 2018 cuando el vuelo 610 de la indonesia Lion Air se estrelló en el mar de Java tiempo después del despegue, lo cual provocó el deceso de 189 pasajeros y tripulación.
Año después el vuelo 302 de Ethiopian Airlines también sufrió un accidente en similares condiciones y murieron las 157 personas que viajaban a bordo de la aeronave. Estos accidentes contribuyeron a que decenas de países en el mundo prohibiese los vuelos de este tipo de aviones.
