La cantante cubana Camila Cabello es portada de la edición americana de la revista Cosmopolitan, que además de fotografiar a la nueva princesa del pop en sus versiones más sexys, ha servido a la artista de 21 años para hacer grandes confesiones.
En conversación con Cosmopolita (edición de junio de 2018), la cubanoamericana se sinceró sobre diferentes aspectos de su vida personal, y admitió que padece de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), lo cual afecta su salud mental porque tiene que lidiar con ello a diario.
“El TOC es extraño. Me río de eso ahora. Todo el mundo tiene maneras diferentes de lidiar con el estrés. Para mí, si realmente me estreso pensando en algo, simplemente comienzo a tener el mismo pensamiento una y otra vez, sin importar cuantas veces llego a resolverlo, siento que algo malo está por suceder si no sigo pensando en eso”, explicó.
La ex integrante de la banda americana Fifth Harmony detalló: “no sabía qué era hasta que lo descubrí, [y aprendí] cómo desligarme de eso, eso me hizo sentir mucho mejor. Ahora siento que lo tengo mucho más controlado. Al punto en que pienso, ‘¡Ajá! Ok, esto solo es mi TOC’. Le pregunto a mi mamá una cosa por cuarta vez y ella me dice, ‘Ese es el TOC’. Tienes que dejarlo ir’”.
Para la cubana nacida en Cojímar, pueblito de pescadores al este de La Habana, su familia es muy importante, de madre antillana y padre mexicano, Camila valora mucho Miami la ciudad donde creció, así como de alguna manera a todos los que formaron parte de su vida en sus comienzos.
“Es la parte más difícil, estar lejos de mi familia. Nunca querría mudarme a Los Ángeles porque no puedo vivir lejos de ellos. Es realmente lindo, ella es mi mejor amiga”, dijo con respecto a su madre, Sinuhé Estrabao con quien siempre viaja.
La joven intérprete que lleva años luchando para convertirse en una estrella, lo ha conseguido, y como buena reina no está dispuesta a perder la corona:
“Nunca te sientas cómodo. No me importa lo que nadie me diga, sé que necesito más de un disco bueno para tener una carrera. Inclusive cuando alguien me cuenta estadísticas y números maravillosos, recuerdo que si no puedo mantenerlo así por 15 años como los más grandes lo han hecho… Por eso admiro a gente como Prince o Madonna porque ellos me recuerdan, ‘Querida, tienes mucho que hacer, antes de dejar de aprender y crecer’. Nunca dejes que se te suba a la cabeza y siempre recuerda lo mucho que tienes que mejorar”, revela.
(Con información de La Vanguardia)