Tras la cancelación del festival Ultra debido a la tormenta que azotaba a Miami en horas de la noche los participantes inundaron las calles de Brickell y el Downtown.
La fiesta se trasladó a las calles de la ciudad donde las personas brincaban y bailaban creando aún más afectaciones el tráfico.
Desde el comienzo del evento la lluvia amenazaba con detenerlo por los entusiastas amantes de la música electrónica abarrotaron el lugar.
Para el sábado se espera también un día con fuertes lluvias y tormentas aunque para el final de la tarde y la noche se espera que las condiciones mejoren.