Una madre cubana ha escrito una conmovedora carta a José Díaz-Balart, presentador cubano-americano del noticiero Telemundo. La carta aborda el tema de la reunificación familiar entre padres cubanos en los EEUU y sus hijos en Cuba. Yuliet Peña Macias lleva separada 4 años de sus hijos, quienes tenían 9 y 15 años al ella emigrar, y se encuentra en espera de aprobación de su caso migratorio. Yuliet compartió su carta en el grupo «Cubanos Unidos por la Reunificación Familiar»; un grupo en facebook que aboga por la ayuda mutua entre cubanos para mantenerse unidos e informados sobre trámites y cambios migratorios.
A continuación carta abierta de Yuliet Peña Macias.
Homestead, July 26, 2018
Sr. Jose Diaz Balart
«He visto cada uno de los reportajes que realiza acerca de la separación de las familias en la frontera, es realmente una situación desgarradora e inhumana. Es cruel ver como separan familias, incluyendo el lado más sensible, LOS NIÑOS.
Pues bien, de eso se trata esta carta, de un tema que usted aborda mucho, pero desde solo un ángulo, las familias de los inmigrantes centroamericanos.
Existen miles de padres separados de sus hijos a los cuales también se deberían tener en cuenta, padres de todas las nacionalidades y razas, padres que como los centroamericanos, vienen a este gran país a darle un futuro mejor a sus hijos y ayudar a la familia que dejan detrás. Padres que dejan bebés y se
convierten en niños, padres que dejan niños y se convierten en adolescentes, padres que dejan adolescentes y se convierten en jóvenes.
Me refiero a esos padres que tambien abandonan su país por la miseria, la corrupción de los gobiernos, la guerra, la delincuencia, las carencias de productos de primera necesidad y de comida, por no existir un pago adecuado por el trabajo que hacen, porque no ven a largo plazo nada esperanzador para sus hijos. Dentro de esos miles de padres, también se encuentran los PADRES CUBANOS, que además de algunas de las razones antes expuestas, hay que sumarle que esa tierra que nos vio nacer, que esa patria libre y soñada, solo se queda en eso, en sueños. Porque no existe otra manera de romper esas cadenas de opresión que no sea tomando otros rumbos, incluso desconocidos e inciertos para muchos.
Esos PADRES CUBANOS llevan 3, 4 y hasta 5 años separados de sus hijos, no precisamente en Centros de Detención de Inmigración, sino en una prisión mayor llamada CUBA, donde todos conocen la situación imperante, usted también, porque Usted Sr. Diaz-Balart, es tan Cubano como nosotros. Comprendo que las condiciones de la separación no son las mismas, pero de cierta forma es muy parecida.
Nuestros hijos también sufren, también lloran, también se deprimen por no tener el calor de sus padres.
Es duro que al hablar con ellos te hagan la misma pregunta cientos de veces, cuando vamos a estar juntos?. Es duro cuando te dicen que te extrañan y te rompes en pedazos cuando te dicen “mami, te amo”. Es duro no poder despertarlos con un beso, no estar ahí para lidiar con sus enfermedades y sus miedos, es duro no poder disfrutar de sus logros personales, deportivos o artísticos, no poder estar en su graduacion de Bachiller, o cuando aprenden a leer y escribir, no ayudarlos con sus tareas escolares, es duro no estar ahí para compartir sus problemas e inquietudes o para brindarles tu regazo para que se refugien de un dolor o una decepción .
Como verán, nuestros hijos también sufren, sufren por esta separación que dura años debido a la lentitud de los procesos migratorios, especialmente en la Oficina de California y también por la incertidumbre como los casos de Reunificación Familiar (Programa de Parole) que está detenido desde el mes de septiembre del 2017, con el cierre parcial de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, padres e hijos que vieron destruidas sus esperanzas casi en el umbral de su reencuentro y que todavía esperan con ansias una respuesta que no sea “se está buscando una solucion”, solucion que lleva casi un año y que al parecer todavía vagará de forma incierta por las penumbras del tiempo.
Le aseguro que hay mucho material para un gran reportaje periodístico que hará derramar muchas lágrimas y tocará muchos corazones, esperando que algunos de esos corazones sean de personalidades involucradas en la política, que pueden marcar una diferencia y se involucren de alguna forma en esta
triste historia que también trata de separación entre padres e hijos».
Yuliet Pena Macias