El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHH, por sus siglas en inglés) está inmerso en el monitoreo de cinco fenómenos meteorológicos que se encuentran dispersos en el Atlántico Norte, el Mar Caribe y el Golfo de México a pocos días del pico de la temporada ciclónica, que estadísticamente coincide con el 10 de septiembre.
El noroeste del Golfo de México está recibiendo el impacto de un sistema de baja presión que está ocasionando fuertes precipitaciones y tormentas eléctricas carentes de organización en las proximidades de las costas de Luisiana y Texas, pero se prevé que los vientos en los niveles superiores impidan su evolución en el transcurso de las siguientes jornadas como resultado del acercamiento de un frente, por lo que las probabilidades de que se convierta en ciclón son muy bajas, de acuerdo a lo expuesto por el NHC.
Sin embargo, dicha institución pronosticó lluvias de gran intensidad en zonas de la costa norte del Golfo, resaltando que la probabilidad de evolución de este sistema es de un 10% durante los venideros siete días.
En el Atlántico noroeste se ha registrado la existencia de un área de baja presión no tropical localizada al este de Carolina del Norte que está generando precipitaciones y tormentas eléctricas sin un patrón de organización.
De acuerdo a la información brindada por el NHC, es posible que dicho sistema adquiera rasgos subtropicales en los próximos días en tanto se desplace hacia el norte-noreste, aunque no se espera que evolucione mucho más con posterioridad al sábado. La probabilidad de desarrollo durante los venideros siete días es de un 20%.
También se detectó una extensa área de baja presión en el Atlántico tropical oriental que está provocando un conjunto de tormentas de carácter desorganizado. Existen posibilidades de que este fenómeno experimente un lento desarrollo durante los siguientes días cuando avance hacia el noroeste o el norte y su probabilidad de evolución es de un 20% en el transcurso de los próximos siete días.
Los meteorólogos además están vigilando una onda tropical ubicada en el noroeste del Mar Caribe y el suroeste del Golfo de México que permanece moviéndose hacia el oeste y que está causando lluvias y tormentas eléctricas.
Las condiciones para su desarrollo antes de arribar a Belice y la península de Yucatán el viernes no son favorables, pero ese panorama podría cambiar cuando se sitúe sobre el suroeste del Golfo de México en el transcurso del fin de semana. Hasta el momento, la probabilidad de que evolucione durante los próximos siete días es de un 30%, en correspondencia con lo revelado por el NHC.
Por último, dicha entidad alertó sobre la existencia de otra onda tropical en el Atlántico central, ubicada específicamente al este de las Islas de Sotavento, que trae aparejadas lluvias y tormentas eléctricas de escasa magnitud.
Se espera que la producción de potentes vientos en los niveles altos frene su desarrollo, pero es posible que a partir de la próxima semana confluyan una serie de factores que beneficien su paulatina evolución en el suroeste del Atlántico. La probabilidad de que adquiera fuerza durante los próximos siete días es de un 10%.
El meteorólogo cubano Raydel Ruisanchez realizó este jueves una publicación en su perfil de Facebook a través de la cual recalcó: «Nos encontramos a menos de una semana para el pico de la actividad ciclónica y hasta ahora todo ha estado bien tranquilo, pero esto debe empezar a cambiar».
Precisamente, este martes el NHC advirtió que había tres ondas tropicales en el Atlántico y el Mar Caribe con probabilidades de evolucionar a depresiones tropicales en el área del Atlántico y en el contexto actual ya son cinco las perturbaciones vigiladas por los expertos en meteorología, lo cual pone de relieve la repercusión que posee la aproximación al mentado pico de la temporada de huracanes.
El pasado mes de agosto la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) cambió su predicción de huracanes, refiriendo que es posible la formación de 13 ciclones.
El nuevo pronóstico indica que se producirán entre 17 y 24 tormentas con nombre que provocarán vientos con velocidades iguales o superiores a 39 mph, y entre 8 y 13 huracanes acompañados de vientos de 74 mph o más.