La liquidación de la política, “pies secos/pies mojados” obliga al Gobierno a catalizar su apertura económica para disminuir el descontento social en Cuba.
“Un alto porcentaje de los emigrados de los últimos años son población joven con un nivel alto de instrucción, lo que representa un grave problema de fuga de cerebros para Cuba, aquejada de una de las poblaciones más envejecidas del mundo en desarrollo”, afirmó Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
“Al eliminar esa vía de escape para muchos cubanos, esta nueva situación aumenta la presión sobre el Gobierno cubano para acelerar el proceso de reformas económicas”, aseguró, el ex diplomático cubano Carlos Alzugaray.
El trabajo cuentapropista da empleo a alrededor de un 25 % de los trabajadores de la isla, y ofrece entradas monetarias mucho más altas que las que se obtienen en las empresas del Estado.
“El reto creo que está en ampliar el sector privado a actividades que requieren mayor cualificación, lo que permitiría absorber toda esa población activa con formación universitaria”, explicó Alzugaray.