El gesto benévolo de un taxista en Cuba conmovió profundamente los corazones de innumerables personas al ser testigos de su compasión hacia los pasajeros al aceptar lo que pudieran pagar como pago.
En la plataforma de redes sociales Facebook, una persona afortunada recurrió a su línea de tiempo para contar un encuentro con un conductor extremadamente generoso, un hallazgo raro en los reinos de Cuba. Este individuo no pudo evitar admirar y exaltar la naturaleza desinteresada representada a través de las acciones del conductor.
Embarcamos en La Vívora, un taxi adornado con placa P 029198, y viajamos hacia el Vedado guiados por un joven chofer. Cada vez que se cuestionaba la tarifa, el conductor respondía rápidamente: ‘Pague lo que pueda pagar; si no puedes, no te preocupes, igualmente nos embarcaremos juntos en esta expedición’, relató con precisión Miguel Almaguer.
Almaguer presentó una imagen del automóvil, en concreto un almendrón. Hizo un llamado a los lectores para que difundan su publicación como un gesto en honor al amable conductor.
Yosvany Brito Julia, el protagonista de la historia, se presentó como el taxista y amablemente expresó su agradecimiento por los abrumadores elogios que había recibido.
Cuba ha sido testigo de una proliferación de acciones benéficas de transportistas privados en los últimos tiempos.