Sin mediar anuncio previo en ningún medio informativo —que no sea el de los abatidos administradores que han comenzado a comunicar, de manera verbal y personal, aislada y paulatinamente a todos sus fieles empleados—, las cadenas de Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD) a lo largo de Cuba, clausurarán “definitivamente” sus pequeños locales de ventas minoristas antes del 30 de junio y reubicarán —si fuera posible— a parte del personal del más viejo escalafón en otros sitios.
La mayoría resultará lanzada a la calle, atenidos a la reputada cláusula del Código del Trabajo aprobado en 2015 que deja sin derechos ni reclamaciones a los despedidos por “no-idoneidad” u otra artimaña extirpadora.
Cerca de 10 mil kioscos, puntos y minipuntos de ventas pertenecientes a las oxidadas cadenas TRD, Cimex-Panamericanas, Caracol, Habaguanex, etc., tendrán su colofón ahora.
La única esperanza para aquellos que se quedarán sin empleo sería el sector cuentapropista, de lo contrario se sumarán al ejército de desempleados que lidera la clase proletaria y marchante del país.
(Con información de Cubanet)
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