El huracán Irma se acerca a Cuba y el Sur de la Florida como un poderoso huracán categoría 5 y los residentes en las zonas afectadas comienzan a reaccionar con desespero ante el peligro que representa un fenómeno meteorológico de tal magnitud.
Catalina Jacobs-Fernández, psicóloga del programa Behavioral and Collaborative Medicine del Hospital South Miami (Baptisthealth.net), explica que el estrés es la respuesta del cuerpo a una percibida exigencia. “Es la reacción que ocurre cuando nuestro cerebro nos alerta de un ‘peligro’, como un huracán o cualquier desastre natural”.
Según la doctora ante la llegada de un huracán se experiementan «varios cambios psicológicos que nos ayudan a ‘atacar o huir’ frente al peligro. Aumentan las palpitaciones, el ritmo de la respiración, la tensión muscular, el metabolismo y la presión arterial. El colesterol, los ácidos grasos y azúcares se vierten en la sangre, que se coagula más fácilmente. Los sistemas inmunológico e inflamatorio se inhiben”.
Jacobs-Fernández aconseja lo siguiente para disminuir los niveles de estres
• Mantenga buena salud física, nutrición, descanso y ejercicio. Coma y beba sensatamente. Tomar bebidas alcohólicas y comer mucho pareciera que reducen el estrés, pero realmente lo aumenta.
• No fume. Además de los peligros para su salud, la nicotina actúa como un estimulante y aumenta los síntomas de estrés.
• Controle lo que pueda y deje a un lado aquello que no puede controlar.
• Prepare su hogar y sus alrededores lo mejor que pueda, y dese cuenta de que no puede dominar los efectos del
huracán.
• Si necesita evacuar, haga planes y prepárese antes de la tormenta. Eso aumentará su sensación de tener control sobre la situación.
• Trate de mantener una actitud positiva. Esa es una buena defensa contra el estrés y le proporcionará un sentimiento de poder. Permanezca en calma. Entrénese para detenerse y respirar antes de reaccionar automáticamente a las circunstancias.
• Háblese a sí mismo de forma positiva. Dígase que usted tiene el poder de manejar la situación.