En el año 2019 la compañía de cruceros Royal Caribbean Group inició un proyecto de desarrollo en el Puerto de Miami, que es el mayor puerto de cruceros del mundo, recibiendo anualmente alrededor de cuatro millones de pasajeros que viajan a destinos como Las Bahamas, México y Puerto Rico, y una de las principales puertas de entrada de mercancías de toda América, debido a su ubicación estratégica entre América del Norte y América del Sur.
Dicho proyecto, valorado en $600 millones, estuvo paralizado debido a la pandemia de coronavirus y se reanudó el año pasado.
Recientemente, el contrato en el cual se sustenta ha sido modificado por la Junta de Comisionados del Condado de Miami-Dade. Una de las modificaciones consiste en incluir la construcción de una nueva terminal de cruceros con el objetivo de aumentar la capacidad del puerto y propiciar de esta forma un incremento del tráfico de pasajeros, previéndose alcanzar la cifra de 2,1 millones para el 2026.
Igualmente, se determinó que el condado conserve la propiedad de las nuevas instalaciones y se reajustó el esquema de financiación existente. En tal sentido, se realizará un anticipo de $5 millones durante el período de construcción y se destinarán $30 millones adicionales para los costos generados por el retraso del proyecto, cantidades que deberán ser reembolsadas por la compañía en cuestión. A su vez, serán agregados para la financiación del proyecto $15 millones que Royal Caribbean también tendrá que reembolsar sin intereses antes del 1 de enero de 2027.
La corrección supone además un aumento del costo fijado para la construcción de la Terminal de Cruceros G y el Muelle 10, y la extensión de su fecha de culminación para el 31 de diciembre de 2027.
Las expectativas con la nueva terminal de cruceros son generar $2,42 millones y fomentar el turismo, de manera tal que para el 2031 la cifra anual de pasajeros alcance los 10,2 millones.
En este contexto sobresale la sede de la compañía, situada precisamente en Miami, cuya estructura fue diseñada por la firma HOK e imita la forma de un barco. El inmueble cuenta con 32,516.05 metros cuadrados, tiene un valor de $300 millones y ofrece disímiles comodidades a los empleados que lo ocupan con espacios de trabajo de diseño abierto, salas de reuniones con la última tecnología, un hermoso jardín e incluso un campo de fútbol en la azotea, que están encaminadas a lograr el óptimo desenvolvimiento de estos tanto en el ámbito profesional como en el personal.