Expertos opinan que la salida de Cuba del programa estatal de salud brasileño Mais Medicos, donde trabajaban más de 8.300 médicos de la Isla, ha sido una decisión que coloca en una situación más compleja aún la precaria economía cubana, recoge reporte de El Nuevo Herald.
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, reveló que pensaba condicionar la continuidad de los médicos cubanos en el país suramericano. Las condicionantes iban dirigidas a que los profesionales isleños recibieran su salario íntegro, y tuviesen la oportunidad de revalidar sus títulos universitarios en Brasil, del mismo modo permitirles a los cubanos permanecer en ese país con sus familias durante la misión; las condiciones no fueron del gusto del régimen castrista por lo que anunciaron ayer miércoles pondrían fin a su participación en el programa Mais Medicos.
Para más sorpresa, Bolsonaro anunció luego que concederá asilo a todos los galenos cubanos que deseen quedarse en el gigante sudamericano.
A juicio de un estudioso de la economía de la Isla, Elías Amor, «Cuba recibe una ganancia neta de $100.000 al año por médico en Brasil. El total supera los $850 millones anuales. La salida del programa Mais Medicos va a ser un duro golpe para la ya maltrecha economía cubana».
El Gobierno de la Isla ha declarado que ingresa anualmente más de $12.500 millones como promedio por el trabajo de sus profesionales en el exterior.
En opinión del especialista, la mayor parte de esas ganancias, vienen de las misiones en Venezuela, donde decenas de miles de antillanos prestan sus servicios, entre ellos más de 21.000 profesionales de la salud.
«La pérdida de Brasil coloca a Cuba en una situación mucho más débil económicamente. Aunque el país tenía un saldo positivo en la balanza de servicios, la producción de bienes continúa siendo negativa», añadió.
Mientras el economista de The Havana Consulting Group, Emilio Morales detalla que la decisión del régimen «traerá más problemas».
«El Gobierno cubano prefiere perder el dinero a tener que aceptar que sus médicos trabajen en las condiciones normales de los demás países», expuso.
Bolsonaro propuso pagar directamente a los cubanos en su país un salario de $3.300, pero hasta el momento el Gobierno de la Isla se queda con aproximadamente el 75% de ese monto, asimismo el presidente electo de Brasil exigió que los médicos pasen un examen para revalidar su título, algo que ya le exigían a todos los médicos extranjeros en el programa, excepto a los cubanos; y por último cuestionó que el castrismo no permita que los familiares de los profesionales los acompañen durante la misión médica.
Una doctora que abandonó una misión y ahora reside en EEUU, Paloma Nora dijo: «todo el mundo espera que se queden muchos médicos en Brasil. Esa es su oportunidad. Lo que la mayoría no sabe es que Cuba se mantiene castigando a quienes abandonan sus misiones con ocho años sin poder regresar a la tierra que los vio nacer».
«Es la primera vez que que un gobierno toma postura adecuadamente a esta forma de esclavitud moderna de la dictadura cubana. Bolsonaro fue inteligente y a la vez ético: permitirá que los que puedan hacer valer su título de médicos se queden y trabajen dignamente y a la vez destruye el esquema que los explotaba», comentó María Werlau, directora de Archivo Cuba, una ONG que se dedica a recopilar información sobre la memoria histórica de la Isla.
Según la directora de Archivo Cuba, el Gobierno cubano ya tiene una ubicación para los médicos que está retirando de Brasil.
«La salida de los médicos estaba pensada desde el fin del gobierno de Dilma Rousseff», añadió.
Desde 2016, con la destitución de Rousseff, la Mayor de la Antillas presionó a las autoridades brasileñas para renegociar el contrato con sus médicos, y obtuvo un aumento del 9% en los salarios.
El régimen de La Habana también obtuvo un incremento del 10% para la alimentación de los galenos en zonas indígenas.
Analistas consultados por el diario de Miami, creen que Cuba enviará a especialistas de la salud a países árabes productores de petróleo, Rusia, China y Vietnam.
Un cirujano cubano en una misión médica que habló bajo condición de anonimato, expresó: «¿Por qué Cuba anunció la salida de los médicos justo después que Miguel Díaz-Canel regresa de una gira por países aliados como China y Rusia?».
Por otra parte, Carlos Martínez, miembro de la junta directiva de la organización sin fines de lucro Solidaridad sin Fronteras, con sede en Hialeah confesó que «los médicos cubanos son enviados a los lugares más peligrosos del mundo. Muchas veces tienen que trabajar en condiciones precarias, en lugares violentos, con una escasa remuneración. El dinero que pagan organizaciones internacionales y gobiernos va a Cuba para financiar los lujos de los gobernantes».
Solidaridad Sin Fronteras continúa prestando auxilio a los profesionales de la salud que escapan de las misiones.
«Seguimos trabajando con congresistas y senadores para que se reactive el programa de parole [Cuban Medical Professional Parole Program] que daba refugio a los médicos, pero es un proceso lento», admitió Martínez.
Hasta que el ex presidente Barack Obama suspendió el programa en enero del pasado año, habían llegado a Estados Unidos más de 8.000 médicos en diez años, según el galeno, miembro de la organización con sede en Hialeah, «siguen llegando muchos médicos a través de la frontera. Se entregan y piden asilo político. Hasta ahora no conocemos ningún caso que haya sido negado».