Seis ciudadanos cubanos fueron condenados, incluido el líder del grupo, por conspiración para cometer fraude bancario y robo de identidad agravado, informa un comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos de la semana pasada.
Según documentos judiciales, los seis conspiradores residían en Miami, Homestead y Hialeah, en el Sur de la Florida.
Los delincuentes colocaron dispositivos en las bombas de gasolina ubicadas en el condado de Northampton dentro del Distrito Este de Virginia con el que eran capaces de registrar los números de tarjetas de crédito y débito, junto con sus PIN y una vez robada la información retiraron dinero de las cuentas bancarias de las víctimas y compraron tarjetas de regalo prepagas.
Muchos de los conspiradores tenían importantes antecedentes penales relacionados con la misma conducta y se sabía que viajaban por el país perpetrando este esquema, indica el FBI.
Los seis individuos fueron identificados como:
-Yasmani Granja Quijada, de 33 años, y residente en South Miami, Florida, sentenciado a 120 meses de cárcel por conspiración para cometer fraude bancario y robo de identidad agravado.
-Luis Miguel Fernández Cardente, de 29 años, residente de Miami, Florida, condenado a 64 meses por conspiración para cometer fraude bancario y robo de identidad agravado.
-Jorge Bello Fuentes, de 31 años, residente de Homestead, condenado a 60 meses por conspiración para cometer fraude bancario y robo de identidad agravado.
-Guillermo Bello Fuentes, de 34 años, residente de Miami, sentenciado a 47 meses por conspiración para cometer fraude bancario y robo de identidad agravado.
-Pedro Emilio Durán, de 40 años, residente en Miami, condenado a 30 meses de cárcel por conspiración para cometer fraude bancario.
-Yariel Monsibáez Ruiz, de 29 años, residente en Hialeah, condenado a 19 meses por conspiración para cometer fraude bancario.
Las autoridades identificaron a Yasmani Granja Quijada, como líder de la banda que estaba en control de más de 9,800 números de tarjetas de crédito robadas utilizando su cuenta de correo electrónico durante los últimos años.
Se calcula que el robo causó pérdidas totales de más de 5,000,000 de dólares durante varios años.
El FBI y el Servicio de Alguaciles de EE. UU. incautaron numerosos vehículos y otros artículos que fueron comprados por los acusados con fondos robados a través de tarjetas de crédito, incluido un bote y remolque Triton 2895CC 2006, una camioneta Ford F250 Super Cab 2017, un remolque de viaje Cruise Radiance 2016 un Ford Escape SUV 2017, un Maserati Ghibli 2017 y un Porsche Panamera 2013.
Varios otros conspiradores siguen prófugos y se cree que viven en México.
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