La popular congresista cubanoamericana por el estado de la Florida María Elvira Salazar se sumó a las miles de voces que exigen una respuesta sobre la admisión del exdirigente cubano Manuel Menéndez en los Estados Unidos. Salazar por su parte exigió a la actual administración estadounidense que revoque la visa que se le otorgó a quien fuera miembro del Comité Central del PCC en Cuba y jefe del grupo de apoyo del dictador Fidel Castro.
Mediante una carta dirigida al secretario de Estado Antony Blinken y una copia enviada al encargado de negocios de la embajada norteamericana en La Habana, Benjamín Ziff, la republicana mostró las innumerables funciones que desempeñó Menéndez al servicio del régimen comunista cubano durante varias décadas en detrimento de miles de familias cubanas.
En la misiva la congresista resaltó que las visas que otorga el gobierno estadounidense son destinadas a las personas que han sido víctimas de la política comunista cubana y no puede beneficiar a quienes durante tantos años se han dado a la tarea de reprimir al pueblo por pensar diferente o por expresar sus derechos.
Mencionó que el exfuncionario fue primer secretario del PCC en la provincia de Cienfuegos durante una década donde implantó políticas respaldando la retórica comunista de la dirección del país, así como fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) por igual período de tiempo y con las mismas ideas llegando a ser el presidente de la Comisión de Candidaturas Nacional en el año 1993.
«Vivir en libertad en EE.UU. es para las víctimas del comunismo, no para los opresores. La gente quiere irse de Cuba por culpa del sistema que Menéndez Castellanos trabajó para perpetuar; él debería pasar el resto de su vida en ese sistema», destaca María Elvira en el texto que tiene fecha de ayer 20 de agosto.
El escrito recoge también que personas como Menéndez tuvieron tiempo de sobra para denunciar las atrocidades de la dictadura cubana y refugiarse en otros países, pero en su caso prefirió desperdiciar esa oportunidad y siguió gozando de los beneficios de los altos dirigentes cubanos por lo que no merece vivir en libertad, mientras otros cubanos esperan hace años que se les otorgue una visa para huir del país.
«Menéndez no merece en modo alguno un visado estadounidense, algo que decenas de miles de cubanos amantes de la libertad llevan años esperando», explica la hija de emigrantes cubanos.
Pidió a Antony Blinken que revoque la visa de este exfuncionario que durante mucho tiempo sirvió a los intereses del gobierno cubano mientras a la vez trabajó incansablemente para desprestigiar los intereses estadounidenses.
«Debe revocar inmediatamente el visado de Menéndez Castellanos. Como trabajó tan duro para defender el comunismo, debe pasar su jubilación viviendo en el sistema comunista. ¿Por qué permitiríamos que una figura central del régimen que luchó contra los intereses estadounidenses obtenga una visa para mudarse a los Estados Unidos y disfrutar de los frutos de la libertad? Eso va en contra de todo lo que representa Estados Unidos», concluyó el texto de Salazar.
Castellanos llegó el pasado 15 de agosto al Aeropuerto Internacional de Miami beneficiado por el Programa de Reunificación Familiar para lo cual obtuvo una visa en la embajada de EE.UU en la capital cubana. Este hecho ha desatado una fuerte ola de críticas sobre el por qué los funcionarios de la sede diplomática aprobaron la visa para que viajara a la nación norteña.
Los cuestionamientos de muchas personas en su mayoría residentes en la Florida donde se encuentra la mayor parte de los exiliados del comunismo cubano también se basan en que Manuel tuvo que mentir a las autoridades estadounidenses sobre su pasado represor, argumento suficiente para revocar una visa.
En cambio, existen miles de migrantes cubanos que se mantienen en limbo migratorio con formularios I-220A e I-220B los cuales no pueden regularizar su estatus, así como otros que esperan hace meses la autorización para viajar a EE.UU mediante el parole humanitario, más los que esperan una cita de CBP One para entrar por la frontera con México.
Esta semana varios legisladores del sur de Florida también se manifestaron en contra del ingreso del exmiembro del partido comunista y exigieron revisar el caso en cuestión. Uno de ellos fue el abogado de inmigración Willy Allen quien declaró a América Tevé sus impresiones al respecto. «Yo lo que quisiera ser es número uno, que los congresistas averigüen qué pasó aquí, porque tiene que ser a nivel federal», dijo Allen quien agregó que habría que conocer lo que pusieron los familiares en los formularios de solicitud que se llenan con un conjunto de informaciones referentes a su vínculo con la dictadura cubana.
En ese mismo sentido el abogado de inmigración Santiago Alpízar quien también es vicepresidente de Cubademanda y Cubapresión ID fue partidario de que se investigue por parte de los federales sobre estas cuestiones. Así mismo su oficina elaboró una carta dirigida al secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas con copia a la casa blanca en la que exponen la inconformidad de los residentes del sur de Florida con este incidente.
«También estamos enviándole copia a la Casa Blanca para que conozcan la manifiesta de inconformidad que hay aquí en el sur de Florida, especialmente en la comunidad cubana por admitir a un exmiembro del PCC, de la comisión de apoyo a Fidel Castro, donde sabemos todos que era un lugar donde se agenciaban espías para la inteligencia cubana» argumentó Alpízar a la misma agencia de noticias.
El congresista republicano Mario Díaz- Balart fue otros de los que también alzó su voz en contra de los represores que llegan a la nación norteña mientras cientos de miles de cubanos esperan llegar a Estados Unidos huyendo del régimen de Díaz-Canel. «¿Qué excusa puede dar el presidente Biden y la vicepresidenta Harris mientras mantienen a familias cubanas divididas y en un limbo legal, mientras le otorgan visas a verdugos y matones del régimen de Castro?», cuestionó el congresista.
En correspondencia el Instituto Patmos con sede en Washington cuestionó la creciente inclinación a la aprobación de entrada al país norteño de dirigentes y funcionarios de la dictadura cubana a diferencia de miles de personas que sufren en cárceles cubanas por exigir sus derechos y no tienen un programa de refugiados que los proteja del comunismo porque se encuentra estancado hace años en EE.UU.