
Recientemente el congresista republicano del estado de la Florida Mario Díaz-Balart compartió con la periodista Gloria Ordaz en el programa Encuentro Virtual sobre las gestiones que está realizando de conjunto con la administración del actual presidente de EE.UU para que los inmigrantes que cuenten con un formulario I-220A logren regularizar su estatus migratorio.
Díaz-Balart enfatizó que su objetivo es crear un proceso en el que cada persona se investigue individualmente para determinar si tiene un caso legítimo de asilo. Esta propuesta busca ofrecer una solución a las dificultades que enfrentan muchos migrantes, especialmente aquellos que ingresaron al país a través del CBP1, a quienes le notificaron que tienen solo siete días para abandonar el país.
Sus comentarios surgen en un momento en que se anticipan manifestaciones en Washington, organizadas por cubanos con I-220A, coincidiendo con los 100 días del segundo mandato de Donald Trump.
«Estoy tratando de crear un proceso para que las autoridades investiguen a las personas una a una y hay algún posible caso que sea legítimo de asilo», manifestó al político estadounidense.
Aproximadamente 300 mil cubanos tendrían la oportunidad de regularizar su situación migratoria si la iniciativa presentada por el legislador logra avanzar dentro del gobierno.
El legislador Díaz-Balart también afirmó que respaldaría cualquier iniciativa que impida el envío de remesas y la realización de viajes a Cuba. Esta medida ha generado controversia entre los cubanos que viven en el sur de Florida, quienes dependen de estos métodos para apoyar a sus seres queridos en la isla, ya sea mediante el envío de dinero o visitando a sus familiares.
En la conversación Díaz-Balart también abordó la posible prohibición de envío de remesas y viajes a Cuba. A pesar de la controversia, defendió estas medidas como una forma de presionar al régimen cubano, argumentando que el acceso a financiamiento y legitimidad por parte del gobierno cubano tiene que limitarse.
La situación de los migrantes en EE.UU. continúa siendo un tema candente. Mientras algunos luchan por obtener la legalidad, otros enfrentan la incertidumbre de las decisiones gubernamentales. La comunidad y los líderes políticos deben seguir trabajando para encontrar soluciones efectivas y humanas que respeten los derechos de todos los involucrados.