El dictador cubano Miguel Díaz-Canel recibió este fin de semana a la delegación de congresistas estadounidenses conformada por los demócratas James McGovern, Troy Carter y Mark Pocan, reportó la prensa oficialista de la Isla.
El encuentro tuvo lugar el sábado 10 de diciembre en el Palacio de la Revolución en La Habana, indicó Juventud Rebelde.
La cita coincidió con la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos, cuestión al parecer no abordada en la visita de los legisladores estadounidenses, pese a que Cuba es reconocidamente un país violador de los derechos elementales de sus ciudadanos.
Del encuentro trascendió que el gobernante cubano aprovechó la ocasión para quejarse una vez más del embargo norteamericano, y de las medidas impuestas por la administración de Donald Trump, vigentes hasta el día de hoy, pese a la flexibilización con la dictadura, bajo el mandato de Joe Biden.
Según el canciller del régimen, Bruno Rodríguez Parrilla, quien estuvo presente en las conversaciones, se trató de un diálogo «abierto y respetuoso».
«Queremos que el bloqueo termine y que nuestras relaciones se normalicen. Esa es la aspiración de nuestros pueblos», fueron las palabras de McGovern, presidente del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes de EEUU, durante el recibimiento que le dio a la delegación estadounidense Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el viernes 9 de diciembre.
Se desconoce hasta ahora si hubo alguna conversación relacionada con el tema de las violaciones a los derechos humanos, y los cientos de presos políticos que hay en el país comunista, por el simple hecho de manifestarse pacíficamente durante el 11J.
Sin embargo, es muy probable que este asunto ni siquiera se haya asomado, puesto que este tipo de delegaciones que viaja a la Isla y se reúne con la cúpula gobernante pasa por alto siempre que el pueblo cubano vive asfixiado por la dictadura más siniestra y longeva del hemisferio desde hace 64 años.
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