Congresistas estadounidenses exigen a Biden respuestas sobre fisuras de seguridad en el proceso de entrada al país de exdirigente del régimen cubano

Varios legisladores del sur de Florida enviaron una carta al Departamento de Estado que detallan algunas de las fisuras en el proceso de visado del dirigente cubano Manuel Menéndez Castellanos que propiciaron su ingreso a Estados Unidos después de más de cuatro décadas de servicio al régimen cubano. Los congresistas exigieron respuestas claras sobre el caso que desde que se produjo ha desatado una ola de críticas a la actual administración estadounidense por permitir la entrada al país de esos esbirros .

El Comité de Asuntos Judiciales remitió la misiva Anthony Blinken sobre el caso de Menéndez que fue dirigente del Partido Comunista en Cienfuegos varios años y tiene una hoja de servicio a la dictadura castrista. También exigieron detalles de que fue lo que falló incluyendo y las causas que originaron que esto se produjera.


Reconocidos legisladores del sur de Florida entre ellos María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart, Tom McClintock, Carlos Giménez y Jim Jordan firmaron el documento el cual revela que tanto en el llenado de solicitud de visa de inmigrante como en la entrevista con los funcionarios de inmigración el dirigente castrista nunca dijo que tenía vínculos con el régimen cubano ni tampoco alegó ser alto miembro del partido que reconoce el estado cubano.

“El ingreso de Menéndez Castellanos plantea serias preguntas sobre la aplicación de la ley federal de inmigración por parte de la Administración Biden-Harris y los procedimientos de verificación utilizados durante el proceso de solicitud de la visa de inmigrante”, resalta el texto de los legisladores que recordaron son inadmisibles aquellos inmigrantes que son miembros de partidos comunistas o de otros totalitarios.

En la carta al Departamento de Estado, Tom McClintock, quien es el presidente del Subcomité de Integridad, Seguridad y Aplicación de Inmigración del Congreso mencionó que los funcionarios hicieron caso omiso a la declaración del Manuel Menéndez de que el pertenecía al PCC en Cuba.

“En un documento de solicitud de inmigración posterior, Menéndez Castellanos admitió haber sido miembro del Partido Comunista de Cuba, pero minimizó dicha membresía. Increíblemente, según los registros de la Administración Biden-Harris obtenidos por el Comité, la verificación avanzada de antecedentes de Menéndez Castellanos no encontró ninguna información que lo hiciera inadmisible según la Ley de Inmigración y Nacionalidad”, destacó el legislador.

Añadieron además que no pudieron encontrar evidencia de la relación de este represor con la dictadura habiendo pruebas fehacientes de ello y divulgadas en diferentes medios independientes. “Aún más preocupante es que la verificación de seguridad realizada por la Administración Biden-Harris no encontró evidencia de que Menéndez Castellanos estuviera afiliado al brutal régimen de Fidel Castro, a pesar de la abrumadora evidencia públicamente disponible de su prolongado y extenso trabajo dentro de ese régimen», dice la carta que plantea solo se necesitaban cinco minutos en las redes sociales para detectar la relación con el régimen de La Habana.


Los legisladores criticaron lo que reconocen como un análisis débil del caso de la actual administración con respecto a la seguridad nacional y a la vez reclamaron un conjunto de documentos vinculados a este caso, entre ellos historial de inmigración del extranjero, si ha pedido algún beneficio en EE.UU, el expediente consular y todas las notas de este, así como el informe de detención de inmigración.

Pidieron que se les informe sobre todas las entradas al país de esta persona junto con la fecha, lugar y hora por donde efectuó la entrada y la explicación de las causas y condiciones que propiciaron que lo dejaran ingresar sabiendo los vínculos que posee con el estado cubano. También exigieron respuestas sobre por qué no rechazaron la entrada al país bajo la sección 212(a)(3)(D) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que permite objetar a aquellos que no cumplan con los parámetros de la ley.

El pasado 15vde agosto Manuel Menéndez Castellanos ingresó a Estados Unidos por el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) mediante el proceso de reunificación familiar para cubanos. A su llegada le sorprendieron varias personas entre ellos el periodista Mario Pentón al cual no le quiso ofrecer declaraciones y casi le tumba la cámara.

El dirigente comunista pretendía pasar inadvertido usando para ello una silla de ruedas, una gorra y gafas de sol oscuras, así como una camisa de color rosado. No obstante, sus familiares lo escoltaron hasta la salida del aeropuerto huyendo de las cámaras. De acuerdo con un perfil de Linkedin que está a su nombre Menéndez ocupó cargos de importancia desde 1972 y hace unos años hacia acá se desempeñó como inversionista en varias empresas del estado hasta que después se afilió a una empresa privada ejerciendo un puesto similar.

Este no es el único caso de funcionarios cubanos de alto nivel que han intentado entrar al país a pesar de su larga trayectoria en beneficio de la cúpula cubana. En el mes de junio pasado las autoridades migratorias negaron el ingreso al EE.UU de Liván Fuentes Álvarez quien era presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de la Isla de la Juventud.

Anteriormente Arelys Casañola Quintana quien había entregado el cargo a Liván llegó a Estados Unidos mediante la aplicación de la CBP One y se asentó en Kentucky admitiendo que había huido de Cuba por miedo al capitalismo. Las dos sobrinas del primer ministro cubano Manuel Marrero también ingresaron a EE.UU por diferentes vías este año, una lo hizo mediante la CBP One y la otra mediante el programa de parole humanitario que aprobó la actual administración en enero de 2023, entre otros casos.

Cuba sigue inmersa en una profunda crisis migratoria alentada por serios problemas económicos y sociales y una sostenida represión policial que tiene más de un millar de encarcelados. Existen datos de medios independientes los cuales revelan que desde el fin de la pandemia y la apertura de las fronteras de la isla más de 700.000 cubanos han huido en busca de mejores oportunidades para sus familias y lejos de la verborrea socialista.


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