Pese a la eliminación de la política «pies secos-pies mojados» en enero de 2017, y a la entrada en vigor este año de la política «tolerancia cero» que dificulta que los migrantes puedan pedir asilo en las fronteras estadounidenses, se ha reportado un incremento en las llegadas de cubanos y africanos en la frontera méxico-estadounidense en los últimos tres meses.
De 10 a 15 cubanos llegan diariamente a la ciudad fronteriza de Matamoros, dio a conocer el diario El Mañana de Tamaulipas citado por Martí Noticias.
Los antillanos piden ayuda a las Casas del Migrante de Matamoros y Nuevo Laredo para arribar a los pasos fronterizos y entregarse a las autoridades estadounidenses.
La publicación añade que los cubanos piden apoyo en la Casa del Migrante de Matamoros, y también, aunque en menor cantidad, en la de Nuevo Laredo, para tratar de cruzar como refugiados.
José Martín Carmona Flores, Director del Instituto Tamaulipeco del Migrante explica: «nosotros, en coordinación con el Instituto Nacional de Migración les ofrecemos estancia segura, alimentación, atención médica, asistencia en las casas del migrante y, al siguiente día, se les lleva al Instituto a hacer la espera, se les da un espacio en espera de ser recibidos».
Más tarde los cubanos acampan en el puente de Matamoros-Brownsville, mejor conocido como el Puente Viejo, también a la espera de pasar al otro lado de la frontera y solicitar refugio.
Carmona Flores añade sobre los isleños: «ellos inmediatamente se entregan a las autoridades, saben perfectamente que ya no está la ley que les permitía la entrada y permanencia en el país (EE.UU.) como residentes temporales, ellos no solicitan ningún tipo de servicio».
En la actualidad se estima que hay más de dos mil migrantes «varados» tan sólo en Nuevo Laredo.
En el último trimestre 2 mil personas procedentes de países como el Congo, Camerún y Kenia llegaron a esa ciudad fronteriza cercana a Laredo, Texas, de acuerdo a cifras oficiales del Instituto Nacional de Migración.
(Con información de Martí Noticias)