Un tribunal federal de apelaciones ha dado luz verde para proceder con la política de la administración Biden que impone restricciones a los solicitantes de asilo en la frontera sur. Esta decisión suspende una orden judicial anterior que buscaba bloquear la política.
La administración Biden obtuvo una victoria imprevista cuando un grupo de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU., con una decisión dividida de 2-1, decidió imponer una suspensión temporal de un fallo judicial dictado el mes pasado. Este fallo, que se suponía que pondría fin a las restricciones de asilo en la próxima semana, ahora ha sido suspendido.
Algunos han calificado la política de asilo como una prohibición de asilo, afirmando que impide que ciertos migrantes busquen refugio humanitario si ingresan a la nación sin la debida autorización, lo que resulta en una disminución significativa en los cruces fronterizos.
Los jueces designados por el presidente Bill Clinton, los jueces William Fletcher y Richard Paez, tomaron la decisión conjunta de otorgar una asignación temporal para la política de asilo. Sin embargo, no proporcionaron una explicación detallada de su decisión, simplemente se refirieron de pasada a los criterios del tribunal para suspender la apelación. Como parte de su fallo, Fletcher y Paez ordenaron un proceso de apelación acelerado, asegurando que el caso estaría listo para los argumentos a fines de septiembre.
El juez Lawrence VanDyke expresó un desacuerdo abrasador, afirmando que la política de la administración de Biden no tenía distinciones sustanciales en comparación con las políticas de la administración de Trump, contra la cual habían votado los demás jueces del panel.
Los abogados del Departamento de Justicia sostuvieron que si se levantara la política durante la batalla legal en curso, podría haber una nueva afluencia de inmigrantes en la frontera.
El enfoque de la administración Biden prohíbe que los inmigrantes indocumentados busquen asilo si cruzan la frontera ilegalmente o no buscan refugio en un país seguro antes de llegar a Estados Unidos. Sin embargo, existen ciertas exenciones, como menores no acompañados, solicitantes de asilo que ingresan a través de puntos de entrada legales o personas que huyen de un peligro inmediato fuera de los Estados Unidos.