Con el enfriamiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el gobierno de la isla busca el amparo de Rusia para aliviar las carencias económicas.
“El mensaje de [Vladimir] Putin no es difícil de entender”, opinó Richard Feinberg, experto del Brookings Institution y ex funcionario encargado de la política latinoamericana en el gobierno de Bill Clinton. “Putin anhela recuperar la gloria imperial pasada y las relaciones con Cuba siguen ese mismo patrón”.
En los últimos meses el embajador de Rusia en Cuba ha tenido una agenda bastante activa reuniéndose con altos funcionarios del gobierno de Cuba.
Una semana antes de reunirse con el secretario de Estado Rex Tillerson para tratar el tema de los ataques a los diplomáticos, el canciller cubano Bruno Rodríguez fue recibido por su homólogo ruso Serguei Lavrov el 20 de septiembre, en una reunión al margen de la Asamblea General de la ONU. La conversación fue “confidencial”, indica el comunicado de prensa publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa.
Cuba y Estados Unidos han enfriado las relaciones desde los ataques acústicos a sus diplomáticos en la isla.