Si de estadísticas se trata, Cuba tiene balance de 1-1 en el IV Clásico Mundial de Béisbol, y aun cuando ha anotado las mismas seis carreras en dos duelos, su mejor cara la mostró ante Japón, a quien jamás se pensó ganar.
Mucho antes de que comenzara la edición de 2017, la dirección del team cubano había adelantado su poca fe en el éxito, y luego lo demostró al no sacar todas sus cartas ante Japón, en un juego donde se le pudo ganar.
Abrir con Noelvis Entenza, imagino que haya sorprendido hasta al propio lanzador cienfueguero. Mi voto era para Lázaro Blanco, el lanzador principal, por muchas cuestiones:
Uno, él debe rotar, como serpentinero principal, de primero. Dos, buscar un éxito ante Japón habría asegurado prácticamente el grupo, pues no es un secreto que los nipones salían como favoritos. Tres, reservar a Blanco para un tercer juego, pudo haber traído consecuencias como: Descontrol del pitcher —Blanco no está acostumbrado a lanzar con tantos días de descanso—; cualquier posible lesión; ningún lanzador está exento de tener una mala apertura; y lo más insólito habría sido llegar al juego tres con dos derrotas y sin la posibilidad de clasificar.
No obstante, eso último no ocurrió. Cuba venció a China fácilmente, aunque con gritos de nervios a ratos, y sin el marcador abultado que podríamos haber esperado. Al final, le anotaron las mismas carreras al peor pitcheo del grupo (China) y al mejor (Japón), y no cabe duda de que, el juego de Cuba-Japón, ha sido la prueba latente de que sí se le podía ganar a los bicampeones del Clásico Mundial de Béisbol.
Las caras de Cuba
Roel Santos y Yoelkys Céspedes han sido las caras del team cubano, par de jardineros rápidos, colocados en el primero y noveno turno. Céspedes es el prospecto que más está impresionando en el presente, y ha mostrado mucho más de lo que se esperaba en cada turno. En sus primeras apariciones del Clásico, ha regalado paciencia en el plato, defensa sólida en los jardines, con brazo de rifle. Bate de contacto y poder ocasional, con y piernas excesivamente rápidas.
Vladimir Baños, lanzó una excelente pelota ante China que, aunque no es un medidor de peso, lo coloca en el estatus de otra excelente actuación en su debut dentro de la selección nacional.
Alfredo Despaigne, quien no necesita presentación, ya sonó cuadrangular, y se convirtió en el tercer pelotero en Clásicos Mundiales con cinco o más jonrones. Los otros dos también son cubanos: Frederich Cepeda, que intenta levantar el apogeo de su madero, y Yuliesky Gurriel, quien se marchó a probar suerte y jugará la inicial con los Astros de Houston en la temporada 2017 de las Grandes Ligas.
Como en todo torneo corto, la escena está lista. Cuba irá por el todo o nada ante Australia en su última presentación de la ronda regular en el Grupo B… ¿Y qué pasará? Por ahora solo sabemos que, quien gane, avanzará a la próxima fase junto con Japón, campeón del grupo en apenas cuestión de tiempo.