Una cubana jubilada de Cienfuegos y según plantea con problemas de salud, comenta sobre los elevados precios de los alimentos, palabras que fueron compartidas en redes sociales y también comentadas por usuarios que se sumaron a sus quejas:
«Esos cinco tomates me costaron 200 pesos. ¿Creen que una jubilada puede hacerlo? No queda más remedio porque tengo que alimentarme que soy diabética y mi salud es primero», agregando:
«Esa fue la que encontré para pagar porque no es fácil y tenía que acompañar mi papita de la tarde para embullarme. ¿Viste qué cara me costó la compañía?», dijo la cienfueguera que seguramente no puede contar con la ‘compañía de un huevito’ pues como jubilada no podrá pagar los más de 1500 pesos que cuesta un cartón de tan necesario alimento.
«Ya se acabó el querer. No solo con (el precio de los huevos), es todo y si no, pasas hambre. Todo está carísimo y los jubilados nos las vemos fuertemente apretados», aseguró.
Otras personas jubiladas comentaron:
«Así estamos y esto no se va a acabar. A nadie le importa lo que estamos pasando. No sólo el tomate, es todo en general y si de diabéticos se trata le importamos menos. Yo también lo soy y mientras más rápidos nos muramos mejor para ellos»; «Así mismo es, los jubilados solo podemos comer con lo que dan en la canasta básica que no dura ni 10 días. ¿Qué será de los pobres jubilados en este país que comen bien los que tienen dinero para pagar esos precios exuberante de los alimentos?»
Otros no jubilados lamentan la situación que existe en el país con las personas mayores de edad que ya no trabajan y su mísera pensión no satisface sus necesidades elementales:
«Cuánta tristeza me da ver todo esto. Me pongo la mano en el pecho por los tantos y tantos jubilados que esperan llegar el final del mes y en menos de tres horas se les va la chequera. Entre esos está mis padres»; si los trabajadores que tienen un salario un poquito más no les alcanza para qué alcanzará el de los jubilados. Si compras una cosa, no puedes comprar la otra porque no da. Hay que seguir en esta lucha hasta que Dios quiera»
«Qué tristeza tan grande por Dios, quién será el que pare esto. Una pirámide totalmente invertida. Demasiado horrible lo que nos ha tocado vivir. Todo se ha convertido en una tremendísima falta de respeto y amor al prójimo», dijo otra cubana.