Elías Sánchez, padre de un niño de dos años, y quien tiene a su esposa embarazada, ser disidente le trajo como consecuencia perder su puesto de maestro panadero en una dependencia estatal en San Antonio de los Baños.
El joven de 31 años de edad asegura que nunca ha tenido un problema con la justicia, sin embargo sus problemas han sido con la Seguridad del Estado de San Antonio, y su pecado capital “ser opositor”.
“El Nani”, como le dicen cariñosamente sus vecinos cuenta que “el chequeo es constante, ya perdí la cuenta de las veces que me han detenido y amenazado porque nunca he callado mi manera de pensar”.
Y añade que desea postularse como candidato a delegado de su circunscripción como miembro de la plataforma independiente Otro 18.
Sánchez cuenta que “al administrador de la panadería donde llevaba cuatro años lo chantajeó el coronel Gabriel Toledo, jefe de la Seguridad del Estado en San Antonio. Le dijo que, si no me sacaba, podrían acusarlo de ‘manejos ilegales’. Mi jefe se vio obligado a decirme que debía irme porque allí no había cabida para los ‘contrarrevolucionarios”.
A pesar de la delicada situación económica que pueda tener este joven por el hecho de tener un pequeño y de que la familia esté en espera de otro, las autoridades no dudaron en dejarlo sin trabajo por el hecho de pensar de un modo diferente.
Incluso a causa de esto, los cuentapropistas con dulcerías privadas en la ciudad se han negado a emplearlo porque temen a las represalias contra ellos y sus negocios.
A pesar de que para “El Nani” las cosas sean más complicadas debido al estigma que pesa sobre su persona, él tiene la esperanza de conseguir suficientes votos para llegar a delegado de su circunscripción, y apunta que “todos aquí me conocen y la mayoría de mis vecinos me apoyan”.
Diario de Cuba le preguntó cuáles serán sus prioridades si llega a ser delegado.
El joven respondió: “Acabar con los abusos de poder de las autoridades, que se respeten los derechos de las personas; resolver el problema del agua que es muy crítico aquí, pues sólo llega de madrugada la mayoría de las veces y por muy poco tiempo”.
El maestro panadero de oficio agrega que “el grave problema de la vivienda sería otro de los puntos en que me gustaría trabajar, hay locales deshabitados que no se le dan a familias necesitadas. Hay un taller estatal cerca de aquí en desuso total y lleno de hierbas; varias familias lo invadieron por no tener donde vivir y fueron sacadas a la fuerza. Las calles de mi barrio, la zona 47, apenas tienen asfalto, tal parece que les cayó una bomba por los huecos que tienen”.
Aunque el joven padre de familia tiene grandes aspiraciones y muchos deseos de cambiar las cosas, sus expectativas podrían verse frustradas como ha ocurrido con las de otros candidatos independientes, a quienes han acosado la Seguridad del Estado y el Partido Comunista para impedirles se postulen.
Sin embargo, la fuerza de la conciencia de Elías, así como su empeño por hacer de Cuba un país libre y distinto son más fuertes, incluso para mostrarle a aquellos que piensan que en Cuba no hay oposición, sí existe, lo que la velan y la silencian constantemente. Pero los cimientos para construir una nación distinta están ahí, vibrantes, muestra de ello es lo que piensa este joven quien afirma que: “Cuba necesita un cambio y el régimen tiene secuestrada la política, la política no es de los Castro, es de todos los cubanos y trataré de estar en la Asamblea de Nominación como un verdadero representante de mi comunidad”.