Los cubanos siempre hemos tenido fama de emprendedores, antes de la revolución en Cuba abundaban los negocios, cuando llegamos a Miami inundamos la Pequeña Habana de pequeños negocios y algunos han llegado incluso a ser grandes empresarios. El gobierno de Cuba con el propósito de disminuir el impacto de la crisis económica ha aflojado la mano y permite una tímida empresa privada en la isla. Esta flexibilización ha hecho que se dispare una competencia feroz entre los nuevos empresarios, algunos con más capital que otros, algunos con más ayuda del exterior que otros tal y como ocurre en cualquier país capitalista.
Cuba se está llenando de pequeños y pintorescos negocios que para sorpresa de muchos usan publicidad incluso con carteles lumínicos, algo que antes ni siquiera los comercios del Estado hacían. El uso de la publicidad todavía es limitada debido a regulaciones que aún persisten, el uso de la tecnología también debido a las limitaciones que impone el gobierno pero algunos han logrado valerse de familiares en el extranjero para tener websites, cuentas en facebook y twitter para sus negocios. La competencia es fundamental para triunfar en los negocios y era algo que en Cuba no existió por mucho tiempo, a medida que el gobierno permita más cosas a esos nuevos empresarios los servicios en Cuba mejoraran.
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