Harrison García, quien se hace llamar “el jefe ejecutivo del Purple Drank”, y quien se ha jactado de su exhibicionista estilo de vida y de su amistad con famosos raperos como Lil Wayne y Chris Brown, juró que solamente posó con armas para crearse una imagen de tipo duro de la calle, no para protegerse de un verdadero peligro por estar en el mundo de las drogas.
Sin embargo, el jurado federal de Miami necesitó menos de cuatro horas para rechazar las afirmaciones de García, y el lunes lo encontró culpable de cinco delitos graves que podrían mandarlo a la cárcel de por vida.
García, de 27 años, que utiliza el alias de “Muhammad a Lean” y “Cuban Harry” en Instagram, está acusado de vender marihuana, Xanax y el potente brebaje conocido como “lean”, “drank” y “sizzurp”. Será sentenciado el 3 de junio por narcotráfico a mano armada.
En más de cuatro días de testimonio, el jurado escuchó que García admitió haber vendido “grandes cantidades de narcóticos” al rapero Lil Wayne, y recibió $15,000 del cantante Chris Brown por la venta de drogas.
Al jurado no se le dijo que García todavía deberá comparecer en una corte de Broward para enfrentar cargos graves de pandillerismo, robo en gran cuantía y tráfico de medicamentos ilegales.
Las acusaciones contra García se unen a los juicios pendientes contra tres hombres y una mujer acusados de haber cometido docenas de robos en farmacias desde Plantation hasta Homestead.
“Mi cliente no es más que un tonto de 27 años que ha cometido grandes estupideces y que se vio atrapado en el mundo del rap de las drogas y el glamour”, le dijo al juez el abogado defensor Gustavo Lage. “Habla mucho y pretende ser algo que no es”.
(Con información de el Nuevo Herald)