El martes, un vuelo de la compañía española Iberia que iba de Madrid a Miami sufrió un importante incidente a bordo poco después del despegue, lo que obligó a la aeronave a regresar rápidamente al aeropuerto Adolfo Suárez. A pesar de la dura prueba, el aterrizaje se ejecutó con éxito.
A bordo del avión, casi 300 pasajeros se llenaron de miedo cuando comenzó a salir humo de la cabina y el aire acondicionado se apagó de repente. Merrye González, una cubana residente en Miami, compartió su desgarradora experiencia con el periodista Mario Vallejo después de utilizar el avión como vuelo de conexión desde Berlín.
Después de 15 minutos de estar en el aire, notó un olor a quemado y que el humo comenzaba a llenar la cabina. El avión comenzó a temblar y a sacudirse. La sensación era como si el avión se estuviera cayendo, las personas muy asustadas comenzaron a gritar, incluso dijo que muchos al igual que ella enviaron mensajes de despedida a sus seres queridos.
Incluso algunas personas se tomaron de las manos, ofreciendo apoyo silencioso durante un momento de incertidumbre y miedo por su supervivencia.
La cubana también contó un momento conmovedor cuando una azafata, también parte de la tripulación, quiso dar aliento pero ella misma estaba llorando asustada al igual que el resto de los viajeros.
Comenta Merrye que llegó a pensar que no sobrevivirian, pero gracias a la habilidad del piloto, a quien elogió, lograron salir de ese angustiante percance que pudo costarles la vida. No obstante manifestó su indignación hacia la aerolínea por proporcionar información inexacta y maltratar a los pasajeros una vez en tierra.
Relata Merrye que estuvieron varados en una sección del aeropuerto sin provisiones de agua ni comida durante varias horas y fueron trasladados continuamente a diferentes lugares.
A pesar de que no hubo víctimas humanas, menciona con tristeza que fallecieron algunos perros ubicados en la sección del avión reservada para el transporte de animales. Para ella fue difícil presenciar el duelo de una mujer por sus queridas mascotas.
Los medios de comunicación españoles no han prestado hasta el momento mucha atención al acontecimiento.
Según ‘El Debate’, la aerolínea explicó que el problema con los sistemas de aire acondicionado y presurización se produjo poco después del despegue, algo imposible de prever con anterioridad.
Según la fuente, una vez se apagaron los sistemas, el humo cesó y aunque el avión podría haber continuado su vuelo, decidieron realizar el regreso de emergencia al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas siguiendo el protocolo.
El avión aterrizó de forma segura y sin problemas.
Iberia aclaró que si bien este incidente en particular no es típico, tampoco se considera inusual.
Su valoración es que el incidente no fue de importancia, citando el hecho de que una vez apagado el aire acondicionado, el humo dejó de emitirse, como se detalló anteriormente.
Según algunos empleados de Iberia entrevistados por El Debate, el reciente incidente de humo y olor a quemado no es un incidente aislado, ya que se han producido casos similares en el pasado. Sin embargo, señalaron que la intensidad del humo y el olor a quemado fue mayor en esta ocasión.